Riesling uber alles.
La riesling sobre todas. ¿Por qué no? Hay muchos amantes del vino que tienen en su particular Olimpo vinícola a una única diosa, a la mas caprichosa, a la Diva: la riesling.
Esta variedad se caracteriza porque da lugar a vinos con elevada acidez y con gran elegancia aun en condiciones climáticas extremas, de hecho es muy resistente a las heladas. Otra característica que se destaca es el desarrollo de aromas “petroleros” con el paso del tiempo en botella, fenómeno especialmente habitual en vinos de algunas zonas de Alemania.
Permite vinificar tanto vinos secos como vinos dulces y “superdulces”, de hecho, cuando se ubica geográficamente en zonas frías y lluviosas es habitual que sea afectada por la Botrytis Cinerea, la podredumbre noble, dando lugar a magníficos y personales vinos dulces. Además, en algunas zonas, se deja sobremadurar prácticamente hasta navidades y en esas fechas aprovechando las muy bajas temperaturas se vendimia con las uvas congeladas, de dichas vendimias se derivan los famosos “eiswein” o “vinos dulces de hielo”.
Olfativamente, aunque es evidente que la zona de cultivo afecta a las características de las uvas, suele dar lugar a notas frutales como recuerdos a manzanas, a melocotón y a peras con un fondo de carácter floral. También es una variedad proclive a recoger la mineralidad del suelo, por ello determinados “pagos” con composiciones minerales muy marcadas dan lugar a vinos extremadamente personales.
A la riesling también se la conoce como Johannisberg Riesling, a causa del afamado Schloss Johannisberg y como Riesling blanca. Por otra parte también hay algunas uvas que llevan el “apellido” riesling sin serlo realmente, como la Riesling gris que realmente es Trousseau Gris, con la que –eso sí- la riesling guarda algún lejano parentesco.
Por último comentaré que por sus características y por la larguísima tradición de los productores alemanes se suele vinificar, en general, con escaso contacto con maderas nuevas. De hecho su capacidad de guarda y de desarrollarse en botella poco o nada tiene que ver con su contacto con la madera nueva.
Así que, ¿quién podría resistirse a una invitación para profundizar en el conocimiento de esta “caprichosa” uva? Desde luego no los editores de Verema.com que nos desplazamos hasta Gerona, sin pensarlo demasiado, para estar presentes en la presentación de la añada 2003 de los vinos de Alemania.
¿Por qué Gerona? Porque en esta ciudad es donde tiene su sede Vins Alemanys, la sociedad formada por Josep (Pitu) Roca y Michael Wöhr, y que se encarga de traer a España algunos de los más prestigiosos vinos elaborados en Alemania, obviamente no sólo rieslings y ni siquiera sólo blancos, pero sobre todo maravillosos ejemplares de riesling.
Así pues el lunes de 29 de febrero, en una fría mañana “gironina” pudimos disfrutar en la Torre de Can Roca no sólo de una magnífica presentación de los vinos alemanes de la añada 2003 sino también de la presencia de muchos de sus elaboradores. Entre los asistentes Heinrich Breuer, el matrimonio Christmann, Helmut Dönnhoff, Gerhard Grans, Oliver Haag, Cornelia Heymann-Löwenstein y Reinhard Löwenstein, Philip Wittman y muchos otros representantes de primera línea de las bodegas representadas.
La jornada tuvo tres fases, a primera hora se presentaron los espumosos y los Gran Cru secos, en el segundo turno disfrutamos de los vinos dulces (Spätlese y Auslese) y por último fue el turno de los “superdulces” (Beerenauslese [BA], Trockenbeerenauslese [TBA] y “vinos de hielo” o Eiswein).
¿Qué podemos decir de los vinos catados? Bueno, pues que mayoritariamente pertenecían a la controvertida añada 2003. Los expertos no acaban de coincidir sobre la calidad de la misma, aunque da la impresión que estos vinos son más inmediatos y que su evolución positiva en botella no va a ser tan prolongada como la de añadas más convencionales. Los vinos de están añada pecan de acideces algo más ajustadas que en años precedentes y de una mayor calidez en boca de la habitual. Terry Theise, una de las voces autorizadas en la materia, insiste en que hay mucho desconocimiento en gran parte de las afirmaciones críticas sobre la añada, aunque no debemos olvidar que el tiene que vender esos vinos.
En todo caso las dudas se presentan sobre todo en los vinos secos (trocken) o incluso hasta en los Spätlese. En cambio, los Auslese y los BA, Eiswein y TBA la madurez alcanzada ha permitido conseguir vinos de calidad excepcional.
Si recogemos los comentarios durante y después de la presentación, en general, los catadores y foreros de Verema destacaron los vinos de Egon Müller, los de Bürklin-Wolf, sobre todo los secos, los de Bassermann-Jordan (impresionantemente vivo ese 1900), la personalidad de los vinos de Heymann-Löwenstein y el carácter de los de Rebholz. Algo menos entusiastas fueron los comentarios relativos a los vinos secos de Georg Breuer y en general a los de Grans-Fassian. Fritz Haag sólo trajo vinos dulces pero estos estaban excepcionales. Especial mención merece el TBA de Wittmann elaborado con Albalonga y que fue ampliamente recomendado por todos aquellos que lo probaron así como toda la gama presentada por Hermann Dönnhoff.
Breve vocabulario sobre estos vinos:
Auslese: Término que se refiere a vinos de vendimia “seleccionada”. Es una de las seis subcategorías de QmP (Qualitätswein Mit Prädikat), la calificación de vinos de calidad en Alemania. En dicha clasificación Auslese está sobre Kabinett y Spätlese pero por debajo de Beerenauslese, Eiswein, y Trockenbeerenauslese. El contenido en azúcar natural de las uvas debe ser como mínimo de entre 83 a 105 grados Oechsle, aproximadamente 20 a 25% de azúcar por peso. Las uvas pueden también estar afectadas por podredumbre noble (Edelfäule en Alemán).
Beerenauslese: En alemán significa "granos de uva seleccionados", y se refiere a uvas sobremaduradas, vendimiadas a mano y en la que se separan los granos que cumplen las características deseadas. Es una de las 6 subcategorías de QmP. El contenido en azúcares naturales de la uva para obtener esta calificación está entre 110 y 128 grados Oechsle, aproximadamente 26 a 30% de azúcar por peso.
Eiswein: En alemán significa "vino de hielo" y se refiere a un vino dulce elaborado a partir de uvas que se han congelado en la viña y que son vendimiadas y prensadas antes de que se deshielen. Como buena parte del agua en los granos está helada el mosto resultante tiene un sabor muy concentrado con una elevada concentración de azúcar y alta acidez. Para ser calificado como Eiswein deberá alcanzar los niveles de concentración de azúcares naturales de un Beerenauslese.
Kabinett: La primera e inferior de las 6 subcategorías de QmP. Los vinos tipo Kabinett deben contener cantidades mínimas de azúcar natural (entre 67 y 85 grados Oechsle, aproximadamente entre 17 a 21% de azúcar por peso). Esta identificación parece tener los días contados puesto que los productores de calidad prefieren incluir en sus vinos secos las zonas y/o los pagos de los que proceden sus vinos secos como indicativo de calidad.
Spätlese: En alemán esta palabra significa “vendimia tardía”. Spätlese es la segunda de las 6 subcategorías de QmP. El contenido en azúcares naturales de la uva para obtener esta calificación está entre 76 y 95 grados Oechsle, aproximadamente 19 a 23% de azúcar por peso.
Trockenbeerenauslese: En alemán significa "uva pasa selecta" y se refiere a vinos elaborados a partir de uva seleccionada, sobremadurada en la viña hasta su práctica pasificación. Los granos de uva se vendimian uno a uno y debido a su estado la concentración de sabor y de azúcares naturales es muy elevada. Trockenbeerenauslese es la más alta subcategoría de QmP. El contenido en azúcares naturales de la uva para obtener esta calificación está como mínimo en 150 grados Oechsle, es decir, aproximadamente 35% de azúcar por peso. Estas uvas suelen estar afectadas por la podredumbre noble. Son vinos de enorme calidad muy dulces pero con una extraordinaria acidez que les da equilibrio. El alto contenido de azúcar suele dificultar la fermentación por ello no es extraño que contengan sólo 5,5 o 6% de volumen de alcohol.