Dorado con reflejos ambar.

Nariz muy compleja, al principio dominan los ahumados, madera recién chamuscada, turba y un toque marino de algas. Tras un rato en la copa aparecen confitura de naranja, cáscara de limón, un toque de cereza, galletas de mantequilla y un débil fondo de vainilla. Añadiendo un poquito de agua se abre antes y los aromas frutales destacan más.

Ataque contundente, un primer impacto dulce con notas cítricas sirve de preludio a carnes ahumadas, que se mantienen en un larguísimo e intenso final junto a una marcada salinidad, cítricos de nuevo y recuerdos de olivas negras.

El alcohol está estupendamente integrado, pero se nota su presencia de forma no agresiva, el recorrido es enérgico y no deja indiferente. El nombre le viene al pelo, es un torbellino de sensaciones.

Añadiendo un chorrito de agua se doma a la bestia, se vuelve más sutil y amable pero pierde cuerpo y carácter, y el final resulta más soso. Si acaso unas gotas, cuestión de experimentar, pero creo que lo prefiero sólo, con tiempo y paciencia.

En líneas generales: impresionante.

Debo hacer notar que es mi primer Islay y puede que las características peculiaridades me hayan llamado la atención en exceso.

Dorado intenso limpio y brillante.

Nariz brutal, llena de poder y expresión. Toques de frutas exóticas, mermeladas, cáscara de naranja, recuerdos ahumados, turba y yodo. Además, una cierta alma cítrica y un ligero recuerdo especiado completan una paleta llena de múltiples matices y que agradece una ligera apertura con el agua. Alcohol perfectamente integrado. ¿Dónde están los 57,1º? Vaya Vd a saber…

En boca es poderoso, con un formidable armazón, rico, amplio, llena la boca con su presencia. Concentrado y sabroso, dejando toques finales de frutas exóticas y cítricas, volviendo los recuerdos de humo, algas y turba en retronasal, no olvidamos que se trata de un auténtico Islay. Largo y persistente.

Malta premiado este último año con el "World best single malt whisky" de los WWA, se trata de un producto de enorme equilibrio, con el carácter de Islay pero suavizado con unos toques frutales y cítricos muy característicos y que sin duda completan un enorme malta, de lo mejor que hemos probado últimamente. Unos 70 euros, buena RCP, el problema es encontrarlo…