Visual: Color ámbar claro, reflejos dorados.

Nariz: buena intensidad, despuntes alcohol, frutos secos tostado, miel, naranja, hierbas aromáticas, matorral.

Boca: Cuerpo medio, pimienta, miel, frutos secos, caramelos, final largo.

Después de haber tomado este whisky en innumerables ocasiones he encontrado el momento adecuado para colgar su nota de cata. Su presentación en el estuche plateado, la botella rechoncha y su inconfundible etiqueta son una especie de clásico ya, una imagen que tenía en mi casa desde que era un niño, por supuesto sólo para ocasiones especiales, mi padre y su whisky el domingo antes de comer. Cómo ha cambiado todo! Pero vamos al tema. Nos servimos una copita en un vaso corto y le añadimos un cubito de hielo pequeño para atemperar el licor y después de dos minutos lo retiramos. Catamos a 12°C:

VISUAL: Color miel anaranjado con tonalidades ambarinas, limpio y cristalino (88).

OLFATIVA: En nariz encontramos notas de avellanas tostadas, cítricos de corteza de naranja, herbáceos de manzanilla, aromas a fruta con hueso, melocotón y nísperos, algo de regaliz, caramelo y finos apuntes amaderados de la barrica. Realmente complejo en nariz y de intensidad media-alta (93).

GUSTATIVA: En boca es profundamente lácteo, muy amplio y con un puntito de almendras amargas. Retronasal con recuerdos de frutos secos, herbáceos de poleo y apuntes de caramelo quemado. Persistencia muy larga, unos 4 min y medio, con mucho cuerpo, perfectamente estructurado. Un whisky potente, aromático y muy largo. Un clásico que nunca falla y que tiene una calidad bien mantenida en el tiempo, muy constante (92).

La RCP en Ecuador es un desastre pues hay que pagar 48 dólares por una botella de 75 cls aunque en España cuesta sobre los 20 euros. Atendiendo al precio en España me parece RCP muy buena.

Nos lo tomamos acompañando dos onzas de chocolate Valor con almendras. Una combinación deliciosa que me encanta por la noche, después de cenar y antes de ir a dormir. El chocolate y el whisky son como primos hermanos bien avenidos, a mi me encanta vamos, y con almendras más.

Salud-os!!

en varias ocasiones este whisky, y aunque no me acaban de convencer, me he decido a "colgar" una ficha de cata, pese a mi gran inexperiencia y mi poca sabiduría en esta clase de bebidas.

El color dorado oscuro.

Los aromas son intensos y destacan las notas de tostados y de madera vieja, ademas hay toques frutosos, herbáceos y de algo dulzón, tipo miel o caramelo.

En boca es potente de entrada, pero luego el paso es bastante suave, vuelven los aromas de tostsados, maderas y caramelos, tiene bastante caracter y el final tiene bastante persistenccia.

No puntuo ya que no tengo comparativa, solo en otra ocasión bebi un J.B. de 15 años, que me pareció más bebible que éste.

Siempre hay sensaciones diferentes en épocas de frio y calor tanto a la hora de comer como a la hora de elegir bebida.
Parece que el invierno invita más a que después de una buena comida la sobremesa se haga con una buena copa de brandy; por contra en verano bebidas como el whisky (con/sin hielo) o el ron parecen mejores compañeras de viaje.
Lo malo es que si el whisky no es lo tuyo, casi da igual verano que invierno. Mejor hubiera sido un ron.

Nunca he sido de whisky y salvo alguna prueba en Escocia con whiskys sorprendentes a ceniza y alguna circunstancia especial, es una bebida que no me hago con ella. Me niego al hielo y eso la hace más dificil.
A veces cuando en la mesa nadie toma otro licor, acabo intentandolo de nuevo, pero cuando termino pienso que me he equivocado.

Antes el vino tenia que ser de Rioja para que fuera de calidad y antes el whisky tenia que no ser Dyc sino Chivas.
Color entre oro y ambar. En nariz aromas de tostados y caramelo. En boca es suave, algo dulzon pero manteniendo el alcohol, leve sensacion de especias y frutos secos y algo de madera, intensidad correcta.
La evolucion y los gustos lo dejan en el baul de los buenos recuerdos

Este es, efectivamente, el clásico whisky que se pedía cuando se quería impresionar hace años; antes de que se popularizasen los maltas. Aparece vestido con tonos oro viejo con reflejos ambarinos. En nariz es dulzón, con notas tostadas y monte bajo. Su paso por boca es suave, acaramelado, con notas especiadas y levísimos toques ahumados. Avellanas, nueces. No es especialmente largo. No está mal pero no es mi estilo.
Por su precio y eligiendo uno de los "clásicos populares", me quedo con Cardhu entre los maltas o con Johnnie Walker Black Label entre los de su género (blended).

Bonito color ambar cálido radiante. En su fase olfativa le surgen aromás a brezo ,miel y mezcla de frutas. En boca es whisky muy completo, cremoso y muy bien balanzeado, con una rica mezcla de sabores predominando la miel y la manzana muy madura con toques de vainilla y avellanas y unas ligeras notas de mantequilla, con un final largo y muy aceptable para su precio. Todo un clásico, este líder de ventas en décadas pasadas.......

Color dorado maderizado, aromas de maderas nobles...cedro y pino con algún toque de limpiaparabrisas. En boca es maderizado, falto de fruta pero muy agradable. No es excesivamente largo como algún malta tipo McKallan. Nada Mal!

Se trata de uno de los clasicos hasta el "descubrimiento" en nuestro pais de los whiskys de malta.
La nariz es ligera con matices caramelizados y dulces, suave, tostados, en conjunto ligera.
En boca tiene presencia, largo con presencia del alcohol ligera pero suave. Un clasico dentro de su categoria. Particularmente no se trata de mi tipo de whisky para beber solo ya que no es muy complejo en boca y no se caracteriza por su diversidad de matices.