Con unos orígenes que se remontan a la Edad Media, la impresionante monumentalidad del Castillo Perelada es una de las imágenes más emblemáticas del Empordà. El reflejo en el lago de sus dos grandes torres almenadas son el emblema de los vinos y cavas de la bodega.
Cuando Miguel Mateu compró el Castillo Perelada en 1923, una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola. Una tradición que tiene sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región.
El reconocimiento internacional de los vinos de Castillo Perelada llega en 1959 cuando, con motivo de la visita a España del presidente Eisenhower, Miguel Mateu, conocido por el cuidado que dedicaba a sus reservas, recibe el encargo de seleccionar un cava para el banquete de recepción. Don Miguel eligió para la ocasión una pequeña reserva propia que tuvo un rotundo éxito. De allí surge la idea de comercializar un cava de altísima calidad, lo que daría lugar al nacimiento del mítico Gran Claustro.
Así es como nacieron las Cavas del Castillo Perelada, en el corazón del Empordà, una comarca situada en el extremo nororiental de la península ibérica que disfruta de unas condiciones geoclimáticas privilegiadas gracias a la proximidad del mar mediterráneo y la extraordinaria heterogeneidad de sus suelos.
El vino como arte es una concepción que ha sido tenida muy en cuenta tanto por Miguel Mateu como, posteriormente, por su yerno Arturo Suqué y su nieto Javier Suqué. Tres generaciones de la familia Suqué Mateu han convertido Castillo Perelada en uno de los principales productores de vino del país. Las progresivas inversiones en tecnología y ampliación de las bodegas llevadas a cabo a lo largo de los años han permitido ampliar paulatinamente la gama de vinos, pero garantizando siempre el respeto a un proceso productivo que garantiza unos niveles de calidad excelentes.
Hoy, Javier Suqué, nieto de fundador, mantiene vivo un espíritu que une tradición y modernidad. Castillo Perelada es en la actualidad una referencia de prestigio, respaldada por los numerosos premios nacionales e internacionales que ha ganado a lo largo de los años con vinos como el Gran Claustro, el Finca Garbet o el Finca Malaveïna.
Sólo desde el año 2000, los vinos y cavas de Castillo Perelada acumulan una impresionante lista de galardones en los principales concursos del mundo.
Una de las claves de Castillo Perelada es contar con unos viñedos que le permiten obtener uva de la máxima calidad para la elaboración de sus vinos. En un área reducida de terreno, el Empordà concentra una variedad de suelos que se da en muy pocos lugares del mundo. Esta heterogeneidad de las tierras en las que crecen sus viñedos permite a Castillo Perelada obtener unas uvas con una amplísima gama de matices. Unos matices con los que elabora unos vinos complejos y llenos de carácter.
En la Denominación de Origen Empordà, Castillo Perelada cuenta con 131 hectáreas de viñedo en cultivo que se reparten en cinco parcelas.
Este viñedo tiene un terreno llano, limo arcilloso, con arenas y grava, y de pH neutro. En la finca La Garriga se encuentran las cepas más viejas de Castillo Perelada: Garnatxa y Carinyena de más de 50 años de edad. También crecen aquí variedades como la Chardonnay, Macabeo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo, Syrah, Garnatxa Blanca o Sauvignon Blanc.
En Castillo Perelada se elabora vino desde la Edad Media y podemos encontrar:
Vinos jóvenes. Dos vinos (blanco y rosado) con carácter suave y elegante procedentes de las variedades Macabeu, Garnatxa y Chardonnay en el caso del Blanc de Blancs y Ull de Llebre, Garnatxa y Samsó en el caso del Rosé.
Vinos varietales. Nuestra gama de monovarietales es una buena manera de apreciar la perfecta adaptación al clima y los suelos del Empordà de cada uno de estos tipos de uva. Unos vinos profundamente varietales pero con una marcada personalidad mediterránea, afrutada, sofisticada y singular.
3 y 5 Fincas. La heterogeneidad de terrenos y el amplio abanico de variedades autorizadas por la D.O. Empordà permiten a Castillo Perelada recoger en cada vendimia uvas con una amplísima gama de matices que permiten la elaboración de unos vinos complejos y llenos de carácter como 3 Fincas Crianza, 3 Fincas del Mediterráneo y 5 Fincas Reserva.
Cigonyes. Los nuevos vinos de Castillo Perelada rinden tributo a la colonia de cigüeña blanca que anida en los jardines del castillo. Tres vinos ligeros y agradables basados en las variedades más típicas del Empordà (Macabeu y Garnatxa): Cigonyes Blanc, Cigonyes Rosé y Cigonyes Negre.
Jardins. Jardins son unos vinos jóvenes con una complejidad de matices florales que pretenden ilustrar aromáticamente la esencia de la obra de Duvillers en el Castillo de Peralada. Igual que los jardines, combinan variedades autóctonas y variedades internacionales: Macabeu y Sauvignon Blanc en el caso del Jardins Blanc, Garnatxa y Merlot en el caso del Jardins Rosé.
Vinos de Finca: La Garriga Blanco, La Garriga tinto, Espolla y Malaveïna.
Una de las características geológicas más destacadas del Empordà es la marcada heterogeneidad de sus tierras. Castillo Perelada ha decidido aprovechar los rasgos diferenciales que cada uno de estos terrenos imprime a la uva para apostar por los denominados vinos de “terroir”o de finca, unos vinos de identidad muy definida cuya personalidad viene marcada indeleblemente por el viñedo en el que nacen.
Castillo Perelada sabe de grandes celebraciones y de grandes cavas. Cavas elaborados con tradición y saber. Reconocidos internacionalmente por su calidad y su carácter.
Cavas de selección. Cavas tradicionales elaborados mediante el método tradicional con todo rigor y profesionalidad. El Castillo Perelada Semi Seco, Seco y Brut Reserva son tres cavas clásicos elaborados con las tres variedades clásicas del cava: Macabeo, Xarel·lo y Parellada. Por su parte, el Cava Castillo Perelada Brut Rosado ofrece un toque diferente de color con su cupaje de Garnatxa, Pinot Noir y Trepa.
Cavas Brut Nature y Cavas Cuvée. Los Brut Nature de Castillo Perelada son dos cavas con añada capaces de ser protagonistas de los acontecimientos más especiales. Tanto el Brut Nature Vintage como el Brut Nature Chardonnay saben estar siempre a la altura de las circunstancias. Por su parte, los Cuvée Especial se elaboran sólo en las mejores añadas, a partir de una rigurosa selección de los mejores vinos. En el Brut Nature Cuvée Especial el equilibrio entre las variedades autóctonas y la Chardonnay alcanza un punto sublime. El Brut Rosé Cuvée Especial es la máxima expresión de una variedad de gran potencial: la Trepat.
Aquí os dejamos un vídeo de la entrevista que concedió Isabel Vázquez, Responsable de marca de la Bodega Castillo Perelada, donde nos cuenta sus impresiones acerca de la 13º Experiencia Verema Valencia y de Verema y nos acerca sus vinos, sus novedades y la filosofía de la bodega:
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