Funcional y moderno hotel, situado en la zona moderna y nueva. Un poco alejado del centro histórico. Decoración y dotaciones, las comunes en esta cadena. Colores blancos y muebles de diseño moderno.
Correcta habitación, quizás un poco pequeña, con una sobria decoración en cremas y negros, dotada de una amplia cama de matromonio, Tv. de plasma , frigorífico sin bebidas alcohólicas, carta de almohadas, wifi, mesa para escribir. Es decir bién equipadas e insonorizadas. Baño amplio, con secador de pelo, espejo de aumento, todo tipo de utensilios de baño e higiene, pero tiene un solo enchufe. Buenas toallas y mampara en la bañera.
Tiene 2 aparcamientos. Uno cubierto de pago y otro a la intemperie gratuito.
El desayuno es de bufet,pero no hicimos uso del mismo.
El personal es eficaz, atento y profesional.
Puede ser una opción en Zamora.
Situado en una zona fácil de llegar en coche y dos posibilidades de parking, uno cerrado de pago y otro a cielo abierto, pero del hotel, en su zona posterior gratuito. Desde su ubicación al Ayuntamiento por ejemplo, unos 10-15 minutos andando.
Recepción muy agradable y rápida.
Habitaciones típicas de AC de los normales (hay algunos ubicados en edificios históricos, que se salen de lo normal y que por otra parte, he de decir que a mi no me gustan, al menos los que conozco) con todo blanco y cristal, colchones muy confortables, baños con lo necesario y agua caliente junto a las toallas con buen nivel. Tamaños, tanto de la habitación como del baño, entre aprobado y notable. Insonorización buena.
Personal muy agradable a la par que con ganas de agradar.
Desayunos con lo típico sin nada especial pero de buena calidad. El sábado el café era servido por las camareras de los tipo capsula. El domingo ante el aumento de gente, el café y la leche era en jarras, teniendo que servirse cada uno el suyo quedándose frío (una pena este detalle, lo mismo que la sensación que generaba el personal de prisa y ajetreo).
Tercera vez que me hospedo en este hotel.
Buen precio, con desayuno dos personas.