Lujo sin ostentacion
El hotel esta situado en medio de ninguna parte. Al traspasar el arco de entrada ya se deja sentir la paz que alli se respira. La atencion es impecable: profesional, amable y cercana. Como en casa. Nos dieron una habitacion abuhardillada preciosa donde subimos con una copa de cava que nos invitaron mientras haciamos el check-in.
En la habitacion hay de todo.Y todo exquisito. A destacar la esplendida calidad de ropa de cama y toallas.
El spa es encantador y tuvimos la suerte de estar solos.
Recomiendo el safari por la finca de la mano de Nano en un destartalado vehiculo militar de hace decadas. Vimos manadas de corzos, gamos y ciervos a escasos metros de nosotros.
En cuanto al desayuno no puede ser mejor. Todo casero desde mermelada, pan, etc. Hasta chocolate con churros. Unos huevos de las gallinas de la finca espectaculares. La pena es que tras la cena en el restaurante Tierra yo no tenia apenas apetito.
No sé el precio de la habitacion ya que elegimos el pack Discovery que incluia todo esto mas la cena con maridaje. El precio no es algo para gastar todos los dias pero merece la pena darse el capricho alguna vez. Son 499 €.
Recomendable sin duda.