Tengo un aprecio especial por esta ciudad a la que he ido un montón de veces. Y nunca había estado hospedado en este hotel clásico que está en proceso de renovación. Es un 4*Luxe con detalles de gran hotel, empezando por la rampa de entrada para coches, el precioso hall con acceso al bar, el tamaño de las habitaciones,...
Estuve muy bien ahí, con todas las comodidades que esperas en un hotel de estas características, si acaso lo único mejorable la calidad de los muebles que queda un poco corta para el establecimiento.No así los materiales de los baños, de categoría. Mantiene bañera, hecho que a mí cada vez me gusta menos, creo es mucho más funcional una buena y espaciosa ducha.
Capítulo aparte el desayuno, tipo bufé y con además de lo habitual, toques navarros muy sabrosos como la chistorra con pìmientos, la tortilla de chorizo,...en fin una manera estupenda de empezar el día.
Atención al cliente muy bien y situación inmejorable.
Me alegro de haber cumplido esta ilusión pendiente de alojarme en el Tres Reyes.