Situado en plena Sierra de Gata, en un convento franciscano del Siglo XV (San Miguel), al pie de las montañas, rodeada de vegetación y de bellas vistas, lugar paradisiaco sobre todo en verano y primavera.
La gastronomia es de auténticvo lujo, lo hemos visitado cuando se ofrecia el menú de cerezas de temporada, disfrutamos de 6 platos, entre ellos unos volován rellenos de crujiente de jamón en salsa de cerezas, que estaban excelentes, ademas unos champiñones igualmente rellenos con jamón y una reducción de mermelada de cerezas y módena, y entre otros riquísimos platos, una pechuga de faisán rellena de foie y cerezas, todas las viandas estaban espectaculares.
Por ponerle un fallo, y es bastante gordo, sobre todo para los aficionados al vino, no existian referencias de Rioja ni de Ribera, salvo Yllera, los vinos de Extremadura eran de segunda clase, se lo dije a los camareros, "la gastronomía supera el nivel del hotel, que ya es muy alto, pero el vino se encuentra a la altura de una tasca", aunque me consta que hay baruchos (tascas), que tienen mejores vinos que ésta hospederia.
Por lo demas la atención de todos los empleados EXTRAORDINARIA y ademas nos sorprendieron con un magnifico detalle que nos enviaro a la suite.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.