Situado a las afueras de Toledo, a unos veinte minutos a pie del casco histórico y cerca del Cementerio Nuestra Señora del Sagrario.

Ya en el check-in intentaron vendernos el párquing de pago, cuando sabíamos por anteriores visitas que aparcar en la calle a esas horas era gratis. A la mañana siguiente puse la calderilla que llevaba en el bolsillo, algo más de un euro, y lo tuve aparcado hasta la una y media de la tarde sin que me multaran. Además, el importe de la multa creo recordar que era de algo má de tres euros. Lo que cuesta una hora de párquing en Barcelona.

En recepción hice notar que estaba vacía la jarra con la "bebida de bienvenida" que aparece en la reserva por haberla efectuado a través de la página web oficial del hotel. Parecía haber contenido algún tipo de zumo o refresco, ya que se veían restos de rodajas de naranja. Cuando bajamos de la habitación había una jarra con Pepsi-Cola calentorra y sin siquiera unas rodajas de limón. Me lo dijo una empleada, la misma que fue incapaz de indicarme de forma clara dónde estaba el lavabo en la planta baja.

Ya en las habitaciones, nos dimos cuenta de que la ventana de la de mis hijos no cerraba bien y que tenía las mismas vistas a un descampado que la nuestra, que se suponía "con vistas" y así la reservamos y pagamos. Subieron a arreglar la ventana de la habitación de mis hijos y a nosotros nos dieron una habitación con vistas a Toledo. Pero por el camino se olvidaron de poner el "dúo de mazapán" (un pequeño mazapán con forma de botón) que también se incluía por haber reservado a través de la página web oficial. Lo dejamos correr.

A la mañana siguiente avisamos de que, tal como aparecía en la reserva por haberla efectuado a través de la página web oficial, dejaríamos la habitación hacia las 14 h. La señorita que me atendió me dijo que no era posible. Tuve que recordarle que así constaba en mi reserva y, no muy convencida, accedió. Con todo, nos cancelaron las tarjetas magnéticas y mi mujer tuvo que bajar a recepción a buscar otras con las que recoger nuestro equipaje.

También hubo algún problemilla al pedir que nos llamasen a un taxi. Al menos no nos dijeron nada por haber tomado un par de aguas (en la reserva constaba una por persona) del minibar.

Para acabar, al intentar entrar el coche hasta la puerta para cargar el equipaje, nos encontramos el acceso para coches obstruido por unos maceteros. Menos mal que pudimos acercar el coche a la puerta del hotel a través de la entrada al párquing...

En fin, demasiados problemas para una sola noche... Habitación correcta. Cama confortable. Baño correcto. Vistas preciosas. Pero no creo que repitamos y, por supuesto, si alguien reserva a través de la página web oficial del hotel, que recuerde llevarse impresas 2 copias, pues una se la quedarán en recepción. Menos mal que el wifi fue gratis.

El precio corresponde a la habitación con vistas sólo alojamiento.