Pequeño edificio de cuatro plantas ubicado en la playa del Racó. Construido en 1960, aunque remozado, tiene algunos detalles algo viejunos. Dispone de una pequeña piscina con zona infantil con acceso algo complicado (hay una puerta de acceso en el párquing pero la encontramos siempre cerrada), un restaurante-gastrobar a pie de playa que no te permite cargar la cuenta en la habitación del hotel, una habitación en la planta baja junto al bar con wifi gratuito y aire acondicionado (que se agradece), párquing gratuito de tamaño más bien justo y acceso directo a la playa en ascensor (con desconchones y el botón de nuestra planta roto). Nos sorprendió encontrar la puerta del hotel cerrada cuando volvimos una noche hacia la 2:30 h.

Servicio irregular: bien algunos empleados, no tan bien otros. Casi ninguno saludaba, incluso cuando les saludabas primero. El recepcionista de noche pretendió que subiese a la habitación mientras me iba a buscar una almohada, cosa que no le llevó más que un par de minutos, y que volviese a bajar a buscarla cuando él me avisase. Teniendo en cuenta que me alojaba en la planta 3ª, preferí esperar, pese a la cara que me puso. Tuvieron el detalle de guardarme en la nevera un par de botellas de vino que llevé, pero no se acordaron de indicar a alguien dónde las habían guardado. Después de más de un cuarto de hora de búsqueda, finalmente aparecieron.

Habitación de tamaño correcto y limpia. Colchón duro (bien para mí) y almohadas blandas (mal para mí). TV de pantalla plana y un palmo de alto, menos que mi monitor del ordenador, fija a la pared sin opción de girarla, donde la mitad de los canales se veían a ratos y todos se veían muy pequeñitos. Cuarto de baño de tamaño adecuado. Alcachofa de ducha demodé y poca presión de agua. Amenities consitentes en un par de frasquitos de gel-champú, que no repusieron cuando se acabaron, y un par de pastillas de jabón de manos. Pequeña terraza con un par de sillas de plástico. Espléndidas vistas. Buen aire acondicionado. Insonorización deficiente.

Desayuno a 9 euros/pax cuando a menos de cinco minutos puedes desayunar estupendamente por la mitad.

Almuerzo y cena de menú por 17 euros/pax. No lo probamos. La media pensión incluye cena, salvo que avises lo contrario con antelación en recepción. No se incluyen las bebidas. Cenamos tan ricamente por la mitad en un restaurante cercano.

Algunas noches hay espectáculo en el restaurante a pie de playa. Cesa hacia las 12 de la noche, cuando cierra el bar del hotel.

Lo mejor, su ubicación. El resto, simplemente correcto con algunas carencias.

No tengo experiencia en hoteles playeros en temporada alta, pero nos costó casi lo mismo que un 5*GL en temporada baja y sin el desayuno incluido. Menos mal que ha sido la primera vez en mi vida. No me apetece nada repetir.