Lund es una precisa población universitaria en el sur de Suecia, y aunque allí el mes de mayo parezca nuestro noviembre -frío,nubes, viento y lluvia-pues mi estancia allí fue muy grata y estuve bastante bien en este hotel.
Es muy céntrico, a escasos 5 minutos de la estación de tren, trámites de entrada muy rápidos, edificio bonito por fuera, por dentro un poco angosto y con abudnates pasillos y tramos de escaleras para acceder a las habitaciones.
La mía era correcta, con una cama amplia y cómoda, armario un poco pequeño sin cajones, de hecho no había ni un cajón en todo el dormitorio, no sé dónde guardan los suecos los calcetines,...
El baño era pequeño y con la ducha sueca, es decir, separada del lavabo sólo por una cotina y con el desagüe en el centro, según me dijeron en casi todas las casas son así.
Bastante espartana en todos los detalles: jabón de mano y de ducha en dispensador, creo que el único adminículo de aseo era una lima??. Por contra estaba bien de toallas y había albornoz.
Iluminación bastante mortecina, otra constante en aquel país amante de la ecología y el ahorro energético.
Un par de fallos fueron que tanto la caja fuerte como el mando de la TV no funcionaban.
El desayuno se sirve en un comedor funcional en la planta semisótano, no hay camareros sólo una chica que iba reponiendo y el resto corre de tu cuenta. Tipo bufé le pongo un 6, como os podéis imaginar yogures, mermeladas, pan e infusiones a mansalva pero el café horroroso.
En fin, un hotel que en nuestro país sería mucho más un 3* que un 4* pero conociendo a los suecos, su espíritu funcional y austero, pues me pareció correcto. Dispone además de una terraza de verano, sauna y un pequeño gimnasio, no hice uso de ninguno.
Contratado con booking.com pagué 110€ por noche, que sabiendo los precios que se mercan por alli pues no está nada mal. Se paga al hacer el check in, creo que es la primera vez que vez que lo hago.
Atención del personal muy amable.