La verdad es que no me dió la impresión Kiel de ser una ciudad a la que vayas a hacer turismo, a pesar de que tiene su encanto y se ve muy nueva(normal si tenemos en cuenta que fue casi completamente destruida en la 2ªGuerra Mundial, no en vano era la sede de la Marina alemana). Otra cosa es si eres aficionado a los deportes del mar, alí se celebra una de las regatas más importantes del mundo, o bien vas a coger el ferry hacia Escandinavia. Yo ni lo uno ni lo otro, fui por motivos profesionales y me alojé en un hotel estupendo perteneciente a esta cadena alemana -Atlantic-que no conocía. Está situado enfrente de la estación de tren y a al lado del atraque del ferry, en una zona comercial muy animada. Es moderno y tiene un punto de diseño funcional, toque sueco?, que me pareció muy atractivo.
La habitación era enorme y comodísima, con un baño muy grande en habitación aparte y dentro del mismo WC separado. Me llamó la atención que todavía tiene bañera.
Armario muy capaz con una caja de seguridad de uso sencillísimo.
En fin, poco más le puedo pedir a un hotel, cama acogedora, espacio amplio, banqueta para desahacer la maleta, adminículos de aseo abundantes y de calidad,vista desde el cuerto bastante curiosa sobre el canal...
El desayuno repleto de la contundente oferta teutona: panes buenísimos de variados tipos, arenques, salmón, huevos, salchichas, bollería,...todo en un comedor bonito.
También cené y no lo hice mal, blanco sudafricano y tinto francés, muy correctos en su servicio.
No tengo ni idea de si volveré a esta ciudad alguna vez en mi vida, pero desde luego si lo hago ojalá venga a este hotel porque estuve fenomenal.