Un hotel céntrico, con obras de acondicionamiento de las calles que lo circundan, que tiene habitaciones tipo suites y que tiene su propia producción de vino Aponte) que se nota en la decoración de todo el hotel. Es aconsejable el garaje por la dificultad de aparcamiento de la vecindad.

La habitación es más un apartamento que una habitación propiamente dicha. Amplia (unos 45 mtrs), no lo siguiente. Tiene una cocina, nevera, congelador, lavavajillas, tostadora, cafetera, enorme sofá delante de la tele (de marca Loewe), mesa de comedor para 6 personas con sus sillas y menaje; dos ventanales a la calle; enorme cama de matrimonio con sábanas de calidad. El baño más que completo, con plato de ducha aparte y de grandes dimensiones. De lujo

El hall de la entrada pequeño. El personal muy profesional y amable. Los desayunos no los tomé pero a la vista estaban y no eran muy abundantes ni variados.

El precio de las noches de viernes y sábado fue diferente: 100 y 130€.