Hotel Lodge de construccion de madera situada en pleno final de la cordillera de los Apalaches, al norte del estado de Vermont junto a las pistas de Ski de Stowe. Nada más llegar el servicio de aparca coches se ofrece para ese menester, pudiendo declinarlo, y aparcar en una parking exterior en el mismo hotel, que en los meses de verano es recomendable ya que las temperaturas son agradable y las mínimas no bajan de los 4 ó 5 grados. En invierno puedes llegar a -20 y eso para un coche no creo que sea muy recomendable. Dicho esto, nada más entrar te encuentras con un hotel "ecológico", con un gran hall de entrada con vidrieras al final, y muchos livings con sofás y sillas hechas directamente de troncos de maderas locales. La madera predomina al 99% en todo el hotel. Los tramites de check in se hacen rápido atendidos por un muy amable personal. Nuestra habitación era un Studio con cocina office, de excelente calidad y gusto decorativo. Se tiene en cuenta todos los detalles, tanto de confort como visuales, siendo todo el conjunto muy agradable. Cama king size, sofá en el living con una bonita mesa de centro hecha de madera local, gran tv plana, bonita chimenea de gas que da un toque muy cálido y elegante a la estancia, pequeño office con dos fuegos de inducción, pequeña nevera, fregadero, gran microondas y pequeño lavavajillas. Todo de la marca Miele. El baño, enorme con predominio del mármol y madera, con wc separado, gran lavabo central con espejo, muchos adminículos, bañera por un lado y gran ducha separada por mamparas de cristal, toallas, albornoces, zapatillas... todas las comodidades.Evidentemente tabla de plancha con plancha y facilidades para hacerte el café, té etc... Para acabar con la room, ésta dispone de terraza muy agradable con vistas a la montaña con dos sillones y una mesita.
En las zonas comunes se sigue la misma filosofía, siendo estas ámplias, poco iluminadas y elegantemente decoradas. Tiene dos comedores, uno más informal y otro de gran nivel gastronómico con una impresionante bodega de unos 3 metros de alto, climatizada, y toda de cristal. En el rest informal se sirve una buena e informal cocina con toques franceses (estamos en Vermont, el estado más "afrancesado de todos los USA). Y en el restaurante principal se sirve una gran comida de calidad y diseño destacando sobretodo la materia prima y la gran colección de quesos locales. En el restaurante principal también es donde se desayuna con la opción de buffet o de platos servidos en mesa, ambas opciones de una excelsa calidad en todos sus productos, casi todos locales, incluyendo bollería, repostería y confituras hechas todas por el hotel, quesos y embutidos locales de grandísima calidad, diferentes mieles y jarabe de arce, varios tipos de pan, zumos naturales. Fantástico! En ambos restaurantes la carta de vinos es la misma, muy buena y extensa con variedades de todo el mundo y con una gran variedad de Pinots, cosa que en España se hecha en falta.
La zona de la piscina con bar de bebidas y barbacoa es fantástica, rodeada de gigantes árboles y con unas vistas fantásticas. El hotel completa sus instalaciones con una amplia zona de spa, masajes y similares y con un par de tiendas donde poder comprar ropa de calidad así como recuerdos de la zona. En definitiva un gran hotel en una gran zona donde se sorprendieron en recepción al ser nosotros españoles ya que según nos dijeron no somos un país muy visto en esta zona de USA. Si vas a esquiar tienes los remontes en la misma puerta del hotel. 4 noches son las que hicimos en este hotel, lugar ideal para desconectar del planeta. ¡Y lo consigues!