Me contaron que en una ocasión, en un evento importante en el que el maitre era

Me contaron que en una ocasión, en un evento importante en el que el maitre era el responsable de la cubertería (plata), un camarero observó cómo una señora, comensal de ese evento, se llevaba discretamente una cuchara a su bolso, colgado sobre la silla. El camarero, en la cocina, se lo comenta al maitre, y tras una conversación entre los dos, y dándose cuenta el maitre que, tras un paseo por el comedor, faltaba la cuchara, entonces, entonces, ya en los postres, tomó una botella de una de las mesas, y la golpeó insistentemente con el mango de un cuchillo con el objetivo de que todo el mundo le escuchara.
Y con una maestría impecable, y con todo el ingenio posible, les propuso a todos los presentes un juego de magia, que consistía en que observaran cómo él, el propio maitre se metía una cuchara de plata en uno de los bolsillos de su chaqueta, y pidió a todos que cerrasen los ojos durante tres segundos. Transcurrido ese lapsus, le dijo que la majia consistía en que el cubierto que él había guardado en uno de sus bolsillos (lo cambió de bolsillo en esos tres segundos), ahora estaba, curiósamente, en EL BOLSO DE ESA SEÑORA.
Se acercó a ella, abrió su bolso, y mostró el cubierto que había dentro.
El maitre recibió una ovación por parte de todos, excepto de la señora, que estaba roja como un tomate.
Ese es el mejor maitre que he conocido.
Un saludo.
Para no comprometer a nadie, evito dar detalles de este suceso.
Salvador Porqueras