La verdad es que los Tassottis salíais todos emocionados, sí. No había más que veros las caritas. No lo debisteis pasar mal, no.
Pero, amigo, nosotros (el espíritu verdadero del equipo rojo, la roja, Luis Enrique) salimos relajados, enteros, pero embriagados ante la transfusión de pasión y conocimientos que nos hizo López de la Calle. Ese tipo es un auténtico nº1, un catedrático del wine.