Todo vuelve.
Yo creo que la comida volverá a ser comida.
La aceituna, aceituna.
Reinventar una aceituna me parece pintoresco, pero a mi que me las den rotas y caseras, con un buen fino.
Una cosa es la anécdota de lo divino. Todos anhelamos ir un día vestidos de novia, o como en carnaval, disfrazados con faralaes.
Una pregunta que yo siempre hago a mis amigos
¿Si pudiérais ir cada día a comer al Bulli, iríais?
Pero a diario, ropa cómoda que tape bien en invierno, y destape bonito en verano.
Tengo claro que al Bulli yo iría una vez al año. Más no. A comer cocidos iría una vez a la semana, y porque la presión me sube...que si no.