anonimo
Pero hay un compenente en el coleccionismo que creo que no tenemos; ese interés o quizá placer en la contemplación del bien tangible, en su culto y en ocasiones muestra a otros. En esto del vino creo que a cada botella caida en las copas le viene otra posterior y que en lugar de disfrutar con su observación y acumulación se disfruta más vaciándolas y compartiéndolas en una especie de coleccionismo inverso.
Como decía la canción... botellas vacías y puestas de sol.
Saludos,
Jose