Abadía Retuerta: la importancia de la viticultura y la defensa de la biodiversidad

Una de las catas más esperadas del sábado 20, segundo día de la Experiencia Verema Valencia 2016, era sin duda la que protagonizaba la bodega Abadía Retuerta.Juan Such hizo las presentaciones de dos de las personas que nos guiarían en este viaje: Álvaro Pérez Navazo, Ingeniero Técnico Agrario y Director de Márketing y Comunicación, y Angel Anocíbar, Enólogo y Director Técnico. Asimismo hizo mención a Pascal Delbeck famoso enólogo francés y y responsable de la puesta en marcha del proyecto Abadía Retuerta con estudios de suelos y proyección a futuro de la aventura.

En la introducción también nos habló de la abadía del siglo XII alrededor de la cual se sitúan los diversos pagos y donde se ubica el Hotel Le Domaine 5* y Mejor Hotel de España por TripAdvisor, símbolo de la apuesta de Abadía Retuerta por un enoturismo exclusivo, muestra de lo cual es el haber conseguido ser el primer hotel de bodega cuyo restaurante se ha alzado con 1 estrella de la prestigiosa Guía Michelín.

Juan Such y Ángel Anocíbar

Acto seguido Ángel Anocíbar toma la palabra y pasa a presentarnos al tercero en discordia: Rafael García, Director Técnico de Viveros Vitis Navarra y definido por Ángel como:

La persona que más sabe sobre la tempranillo en España que es como decir del mundo.

Porque el objetivo de esta cata era el de transmitirnos sus preocupaciones como elaboradores y el porqué de las acciones que llevan a cabo, facilitarnos un mejor y mayor conocimiento sobre esta variedad y de paso, echar por tierra algunos mitos como el que dice que la tempranillo es lo mismo que la tinta de toro o la cencibel.

Nos comenta que algunos de los vinos que ha traído pertenecen a la añada 2015 porque quiere que observemos su potencia actual, tras ellos nos presentará los mismos vinos con más años para que veamos su evolución. Terminará por ofrecernos vinos experimentales que servirán para que nos explique en qué está trabajando actualmente y porqué.

La vid desde sus orígenes hasta hoy

Rafael empieza contándonos un poco de historia de las variedades para que conozcamos su origen y cómo han llegado a lo que son ahora.

Un gran vino se hace con 4 pilares básicos:

1. Un buen suelo: Es fundamental porque es el anclaje de la planta y el que suministra los minerales y el agua.
2. Un clima determinado: Nos va a proporcionar la temperatura y la insolación necesarias para cada variedad.
3. Una buena planta: Tener una buena genética de planta porque en función de la variedad vamos a tener más o menos polifenoles, más o menos color o más o menos acidez. La calidad sanitaria de la planta también viene marcada por la genética porque los genes de la planta la convierten en más susceptible a sufrir enfermedades así que cuanto menos tengamos que tratar la planta más limpios y auténticos serán los vinos. Hay que tratar de tener una planta equilibrada para lograr una producción de calidad y un gran vino.
4. Un buen manejo: Crucial, desde el diseño de la plantación, las densidades, las variedades y los porta-injertos.

El origen de las viníferas se remonta a 30 ó 40.000.000 de años durante los cuales las vides se han ido polinizando por vía sexual, por semilla, habiendo sido capaces de sobrevivir a circunstancias tan extremas como las glaciaciones del cuaternario. Esta increíble capacidad de sobrevivir se explica por su adaptación al suelo, pero cuando el hombre empieza a seleccionar la planta hace 6.000 años lo hace con objetivos alimentarios, es decir, para comer, momento en el que las plantas empiezan a clonar, a multiplicar por estaquillado.Sin embargo, este sistema hace que la vid pierda su capacidad de adaptación y al mismo tiempo se convierte en la única forma de mantener su genética, de identificarla y conservarla.

El proceso de selección comenzó en Euro-Asia y de allí fueron llegando a Europa donde se integraron con las variedades autóctonas. Por ejemplo, el cabernet sauvignon es un híbrido de 2 variedades: la cabernet franc y la sauvignon blanc, que ha causado la generación de toda una nueva variedad partiendo de una sola semilla.

Rafael García

Al observar este proceso, el hombre decide llevar a cabo hibridaciones artificales como por ejemplo, crear un híbrido entre la garnacha que es muy frutal pero no tiene mucho color, y la malbec que sí tiene este color, dando como resultado la variedad caladot, por lo que al final lo que tenemos hoy en día son cruces de variedades seleccionadas siempre con una intención definida.

La otra manera de evolucionar de las vinisferas es mediante la mutación.Todas las variedades están mutando continuamente, incluso por estaquillado.

Un ejemplo claro es lo que ha ocurrido con algunos tempranillo tintos. Por un proceso de mutación genética, se pierden los genes que sintetizan antocianos y de ahí surge el tempranillo blanco que, al cambiar fenotípicamente da lugar a una variedad nueva. Cuando los cambios no son tan drásticos no se considera que se ha creado una nueva variedad sino un nuevo biotipo dentro de la misma, una subvariedad, que va a tener un distinto comportamiento agronómico y enológico.

El proyecto de Abadía Retuerta ha aprovechado estos subtipos para ahondar en sus investigaciones, encontrar lo que buscan y clonar si lo consideran oportuno.

El mayor problema que ha habido en la historia de la viticultura ha sido la pérdida de biodiversidad. En primer lugar con la llegada de la filoxera a Europa a finales del siglo XIX que provocó una pérdida de variedades y biotipos brutal. Otra gran pérdida fue ocasionada con la llegada de los prescriptores a nivel mundial que marcan los tipos de vino que se tienen que hacer, los elaboradores se fijan en ellos y copian los vinos lo que tiene como consecuencia una gran pérdida de tipicidad, de variedades y de maneras de trabajar los vinos. Una nueva amenaza vino de la mano de las variedades foráneas, fundamentalmente francesas que han arrasado con el material autóctono, si bien es cierto que hay variedades foráneas que pueden mejorar las autóctonas, la cultura de los varietales anglosajona ha hecho mucho daño a nuestra tradición vitivinícola.

Al final nos hemos quedado con sólo 5.000 variedades y nuestra obligación ahora es potenciarlas todas porque cada una de ellas tiene algo que decir, cada una en su zona. Desde hace 5 o 6 años hay una tendencia a recuperar el material autóctono por que son las variedades de cada zona las que mejor van a saber trasladar a los grandes vinos el alma de sus suelos, por eso llevan allí tantos siglos.

A nivel de empresa bodeguera, el tener recursos genéticos y variabilidad facilita en gran manera la innovación y puede suponer la base de nuevas variedades en un futuro.

Cuando realizamos la selección para bodegas como Abadía Retuerta y otras, lo que hacemos es recopilar variabilidad genética y diversidad para guardarla para el futuro y que pueda servir de defensa para luchar contra nuevas enfermedades o cambios climáticos.

 

La tempranillo

La variedad tempranillo tiene muchas sinonimias en distintas zonas y un origen natural y espontáneo. Los padres fueron el polen del albillo mayor que fecundó una planta de benedicto de Aragón. Esta hibridación se produjo hace 5 siglos(está documentada desde el siglo XVII) es decir sólo tiene 500 años de existencia, y de una sóla semilla se ha pasado a 200.000 Ha de tempranillo en España.Todas esas plantas provienen de esa única semilla.

Esa semilla se ha ido adaptando mediante mutaciones a las diversas zonas de España situándose por lo general en áreas del centro y norte. Esto ha provocado que se generenmultitud de clones o biotipos de tempranillo.

Es una variedad muy versátil y en función de la producción da o vinos muy buenos o vinos muy mediocres

A más de 5.000, 6.000 kg./Ha es muy difícil hacer un buen tempranillo.

Su versatilidad le permite ser la materia prima de una gran variedad de vinos: vinos rosados, vinos tintos, vinos de maceración carbónica, vinos de crianza...

Qué es un clon y cómo se trabaja con clones

Tanto en la oveja Dolly como en cualquier otro ejemplo, un clon es un conjunto de individuos genéticamente idénticos que derivan de otro individuo. El trabajo con los clones se realiza en primer lugar seleccionando los que se ajusten a lo que se está buscando y cuando se ha encontrado la cabeza del clon adecuada se multiplican mediante la clonación para así poder obtener hectáreas de ese material genético que serán genéticamente iguales, aunque poco a poco y con el paso lento del tiempo acabarán mutando.

Una vez elegido el clon éste se injerta.Esta tarea se realiza siguiendo el patrón americano para dotar a la planta de la capacidad de hacer frente a la filoxera:la vid europea se injerta en vid americana capaz de resistir a esta enfermedad, es el método más ecológico que existe de control de la filoxera.

Qué se ha hecho en Abadía Retuerta

En Abadía Retuerta había un viñedo prefiloxérico de más de 100 años de la variedad tempranillo que se había hecho resistente a enfermedades como el oidio, el mildiu. Esta capacidad era prueba de que sanitariamente era un viñedo de calidad excelente y que ademásestaba libre de virosis, algo muy infrecuente en viña vieja,por ello se decidió clonarlo para investigar su potencial enológico. Se le sometió a análisis moleculares para certificar que efectivamente se trataba de la variedad tempranillo aunque fenotípicamente fuera una tempranillo muy diferente a las habituales.

Se clonaron estas 6 cepas y se crearon parcelas que permitieran su estudio enológico vía microvinificaciones. El resultado fue unos vinos de tempranillo totalmente diferentes a todos los que se comercializaban, patrimonio de Abadía Retuerta.Finalmente se han seleccionado 6 clones, ya homologados por el Ministerio de Agricultura, que se pondrán a la venta cuando estén mejor caracterizados pero los vinos son ya una realidad y cataríamos uno de ellos en esa misma sesión.

Ángel Anocíbar retoma el micrófono y profundiza en la explicación de lo que es un clon.

Tenemos una planta de tempranillo que después de muchos años, repentinamente se altera, por cambios en el clima, por evolución natural, por lo que sea. Cuando ese tempranillo es diferente al de al lado porque con el tiempo ha cambiado, ha evolucionado, lo llamamos clon. La tinta de Toro, la cencibel de La Mancha y otros tempranillos, a nivel genético son tempranillos pero también son diferentes clones de esta variedad, producida por la adaptación al entorno.

Las características climatológicas son un condicionante crucial y no hay que recorrer decenas o centenas de kilómetros para que cambien, de hecho en zonas de orgorafía compleja, dependiendo de la ubicación de una parcela, los microclimas pueden ser totalmente diferentes, no es lo mismo que se encuentre cerca del río o en la zona más alta, donde hiela más, o donde recibe más horas de insolación, o de sombra...

El otro condicionante decisivo es el tipo de suelo, si retiene agua o drena bien. También tienen una importancia incuestionable la variedad de uva con su capacidad de adaptación y por último, el factor humano, de hecho se puede distinguir visualmente la procedencia de un viñedo por la viticultura que en él se ha practicado.

Todos estos factores y su histórico permiten entender las añadas del vino y en consecuencia, ayudan a paliar los condicionantes y lograr al objetivo marcado.

Si observamos la vitivinicultura de antaño, la viña estaba separada de la bodega, el ingeniero agrónomo se ocupaba de la viticultura y el enólogo de hacer los vinos pero no había unión entre ellos. En Abadía Retuerta se ha trabajado de manera opuesta desde sus inicios, siguiendo la filosofía de Pascal Delbeck, se ha hecho un gran trabajo de estudio, dividiendo las 200 Ha en 54 parcelas.

Abadía Retuerta se ubica en el valle del Duero en una finca de orografía variada con diferentes pendientes y altitudes. Hay aluviones del Duero, tierras blancas de la zona, arenas... muchos tipos de suelos y muchos microclimas.

Las zonas inferiores son mucho más frescas pero en general los suelos se componen de arcilla, arena y limo, variando su proporción dependiendo de la ubicación. La viticultura que se practica en Abadía Retuerta está orientada para compensar los desequilibrios así que donde abunda más la arena y es más dificil retener el agua se trabaja más en las raíces, por el contrario, donde hay mucho limo habrá que drenar para que no se encharque.

Nos muestra las parcelas en las que plantaron las diferentes variedades: tempranillo, merlot, cabernet sauvignon y syrah. No todas las variedades se adaptaron bien a todas las parcelas y en algunos casos los proyectos no progresaron pero ha habido cosas extraordinarias como por ejemplo el pago de Valdebellón.

Ángel hizo una defensa ponderada de la implantación de las variedades foráneas comparando su presencia en la Ribera del Duero con la masiva implantación de clones de tempranillo provenientes de Navarra que tienen tanto de autóctonos en la denominación de origen como puede tener la cabernet sauvignon o la syrah. Hay variedades que se adaptan bien vengan de donde vengan y un buen ejemplo es la alicante-bouschet procedente de Francia, que aquí se ha adaptado tan bien que hasta la hemos cambiado el nombre y en muchos lugares se la conoce como garnacha tintorera.

 

Hablemos del ciclo de la viña.

Las condiciones climáticas generales de la Ribera del Duero son clima mediterráneo con alto grado de continentalidad, pluvometría media 400 lt. y amplitud térmica.

Hemos visto recientemente que en el mes de enero hay plantas que ya han empezado a brotar porque ha hecho calor y ¿qué es ese calor? es la temperatura mínima a partir de la cual un vegetal empieza a tener actividad, brotar, crecer... Se llama 0 vegetativo y está en torno a los 10ºC; todos los grados que se alcancen por encima se considerarán grados útiles. Esos grados se van sumando mes por mes por lo que se puede hacer una media anual y establecer comparación de añadas. Estas mediciones sirven también para tomar medidas viticultura, tirar uva, proteger las bayas con hojas, etc.

Ángel nos muestra un gráfico de añadas desde 1967 y observamos que hasta el año 1985 aunque hubo algunas variaciones, en general el comportamiento a nivel de temperatura ha sido bastante homogéneo. A partir de este año empieza a haber añadas mucho más cálidas pero al mismo tiempo encontramos añadas muchísimo más frías. Abadía Retuerta se encuentra en una zona alta, unos 800 m y han observado una tendencia a partir de los años 80 a que haya añadas de muchísimo calor. En cuanto a añadas frías aquí si encontramos más paralelismo con las que se producían antiguamente.

En Abadía Retuerta no se quiere un grado alcohólico alto pero sí se busca la maduración de la uva y esto va a depender de la unión de las dos maduraciones, la fenólica y la alcohólica, que tienen que ir en paralelo. El problema es que en los años cálidos el grado alcohólico se dispara mucho antes de que el fenólico se alcance. Entonces ¿cuándo vendimiar? es el gran interrogante que se les presenta a los viticultores/enólogos últimamente.

Lo ideal es encontrar variedades en las que la madurez fenólica crezca más rápido que la madurez alcohólicapara así conseguir una uva más madura con un grado más bajo; ésa es una de las líneas de investigación que están llevando a cabo, por ejemplo con el tempranillo histórico.

Nos presenta otra gráfica en la que podemos ver la pluviometría desde el año 1946 en la Ribera del Duero y aquí encontramos tanto añadas con mucha lluvia como con poca lluvia pero en general la tendencia indica que la pluviometría está a la baja. En resumen, en la Ribera del Duero se va hacia un clima más cálido y con menos lluvia. La clave está en decidir si esta lluvia es suficiente porque a lo mejor, que antes lloviera tanto no era bueno:

Si tomamos como ejemplo añada actual, si no llueve más nos llega...

Vemos datos dela producción de vino en la D.O. Ribera del Duero expresada en kilos, que va desde los 14.000.000 en 1992 a los 120.000.000 del 2014. No quiere emitir juicios de valor pero no puede evitar preguntarse qué variedad era más autóctona, si la de 1992 o todas las que se han tenido que traer de Navarra (o de donde sea) para llegar a la producción del 2014, puesto que es imposible que todos esos clones hayan conseguido adaptarse bien a la Ribera del Duero...

Viñedo de Abadía Retuerta sobre terreno pedregoso

Una pequeña lección de viticultura

Proseguimos con una imagen de una cepa esplendorosa y exuberante cuando fue plantada en 1996. Ángel cuenta los racimos y llegan hasta 27, cuando la media de racimos actual en Abadía Retuerta de forma natural es de 7 u 8. El trabajo de viticultura consiste pues en educar a esa cepa joven para que cuando tenga 20 años ella sola produzca menos y dé la cantidad de uva justa para hacer los vinos que necesitan.

Con una cepa así hoy en día habría que tirar la mitad de la uva al suelo pero tirar la uva al suelo cuesta mucho dinero, hay que tener en cuenta que el 80% del precio de la uva corresponde a la mano de obra. Por poner un ejemplo, la zona de la que proceden tanto Ángel como Rafael, Navarra, es una zona que no acaba de despuntar porque la uva es muy barata y los vinos muy baratos también por lo que el viticultor no puede permitirse el lujo de tirar uva porque pierde dinero, porque cuesta mucho dinero. Lo más sencillo sería trabajar la viña para no tener que tirar uva pero eso requiere un planteamiento sensato primero y que la uva se pague a un precio justo después, que el viticultor se pueda ganar la vida, si no es así, el viticultor va a tender a producir kilos y kilos porque es la única manera de subsistir.

El viñedo histórico según Ángel Anocíbar

Hay que volver a la historia y recordar que en la zona donde se ubica Abadía Retuerta y en toda la Ribera del Duero en general, se lleva elaborando vino desde hace siglos, no olvidemos que la abadía que da nombre a la bodega data del siglo XII y antes de su construcción ya se elaboraba vino en la zona. En el año 1345 ya se valoraba la viña y hay documentos regulando su cultivo que lo atestiguan, en 1504 ¡se producían 1.200.000 litros! Es a partir de este siglo que se pasa de la producción de vino blanco a la de vino tinto sin saberse exactamente el porqué pero muy probablemente debido a la propia evolución de las plantas.

Antes de crearse el germen de Abadía Retuerta, Mariano García en su época en Vega Sicilia, ya había localizado unas cepas de tempranillo muy buenas pero no sabía muy bien donde se ubicaban. Al principio de llegar allí, Ángel realizó una limpieza de monte y encontró unas cepas por llamarlas algo, que crecían en medio de una encina. Todos los indicios indicaban que era un viñedo autóctono y lo segundo y obvio, que era adaptado¡había sido capaz de sobrevivir a todas las plagas que habían asolado el resto de viñedo en España!

En 2007 empiezan a trabajar podando y reforzando, y en 2010 recogen 6 plantas (clones), llaman a Rafa y se las entregan.En 2012 Rafa se las devuelve y las plantan en espaldera para ver como respondían. Elaboraron el primer vino en 2014 y el segundo en 2015 (el que probaríamos después).

En el año 2014 realizan las primeras plantaciones en vaso al lado del monasterio como es tradicional y en 2015 plantan en pie directo e injertam, calculan que para el 2022 ya estará listo para poderse vender. Es un proyecto que arrancó en el año 2007 y que acabará en el 2022, no tienen prisa, son proyectos a medio y largo plazo, no les gustan las improvisaciones.Por ejemplo, las primeras pruebas para el blanco Le Domaine se llevaron a cabo en 1998 pero no se empezó a comercializar hasta el 2011.

 

Los vinos de Abadía Retuerta hablan

En primer lugar un apunte sobre los vinos del 2015 que trajo Ángel, obviamente se encontraban muy duros todavía, les faltaba toda la crianza pero catarlos nos brindó la oportunidad de conocer vinos con esa concentración, con toda su fruta.

En cuanto al comportamiento de las variedades, en general el cabernet sauvignon de Abadía Retuerta aguanta muy bien la acidez pero el tempranillo tiene a veces la tendencia de que se le suban los phs por lo que Ángel no tiene problemas en reconocer que si es necesario corregirlos, se hace. La syrah aguanta bastante bien y la touriga nacional y el petit verdot están al límite.

La búsqueda del equilibrio en los vinos ante el temido cambio climático o un posible cambio de gusto en los consumidores, no es algo exclusivo de Abadía Retuerta sino que en zonas como La Rioja ya están permitiendo la experimentación con diversas variedades porque al final, lo importante es que cada uno pueda hacer lo que considere que es mejor para el vino, hacer vinos de mejor calidad, más complejos, más longevos, más sorprendentes, más singulares, con más tipicidad...

Sobre el carácter mineral de los vinos, Ángel se manifiesta excéptico ante esta moda o tendencia que predica que un vino no es bueno si no tiene una mineralidad marcada, de hecho su opinión es que esos aromas a piedra mojada o incluso moho, tienen más relación con que la uva no haya alcanzado un nivel óptimo de maduración.

En cuanto a las añadas, al contrario de lo que ocurre con la variedad syrah, se suelen marcar menos en los vinos de tempranillo, no sólo en los Negralada (la tempranillo de Abadía Retuerta) sino en los tempranillos en general.

Como anécdota y antes de pasar a los vinos, comentar que el único vino embotellado en Abadía Retuerta en el que están presentes todas las variedades es el X Aniversario que se elaboró para celebrar los primeros 10 años de trayectoria de la bodega y que por cierto, salió muy bien.

Los Gracianos

Se eligió iniciar la cata con la variedad graciano porque en general es una uva que no alcanza un grado muy alto y de cara al futuro será muy aprovechable, tiene un gran potencial y nivel de ph muy bajo.

Si hay una característica que une todas las elaboraciones de Abadía Retuerta es que no hay improvisaciones y sí mucho trabajo de experimentación y mucho análisis.Haciendo un recorrido porlas 3 añadas del graciano, 2013, 2014 y 2015, pudimos comprobar cómo se había ido adaptando al terreno.El primer año de producción (2013) fue una añada un poco más floja, el 2014 ya se encuentra más equilibrado y en el 2015 parece haber alcanzado su verdadera personalidad, un vino potente, con sus habituales notas vegetales pero en el que destaca la fruta, resultado de su óptima adaptación a los suelos de caliza de los que proviene.

Es un buen candidato a variedad de mezcla para equilibrar los tempranillos, y no es por la acidez del mosto sino por el bajo nivel de potasio del hollejo que posteriormente pasa al vino y equilibra el ph, en este sentido es muy parecido a la garnacha. Ésta es la razón por la que antiguamente se plantaba el tempranillo, el graciano y el mazuelo todo junto y se vendimiaba todo a la vez, porque la experiencia había demostrado a los vitivinicultores que el conjunto de esas variedades daba un resultado equilibrado. De esa práctica se ha pasado a elaborar parcela por parcela y luego hacer la mezcla. ¿Y cómo se va a terminar? pues probablemente a volver a los usos de antaño, es decir, a mezclar variedades en la elaboración, sobre todo si se busca la mínima intervención y el máximo equilibrio posibles.

Estos vinossólo se puede adquirir en la tienda de la bodega o consumir en el restaurante Le Domaine del Hotel Abadía Retuerta.

Graciano 2013

Es un vino que todavía está en barrica y que tiene un grado alcohólico del 12%.

Tiene color rojo cereza con el ribete rosado.
Es una añada muy fresca, con los habituales tostados del vino que todavía está en barrica, mucha fruta negra, pinceladas florales de violeta y un punto licoroso, también destacan notas minerales.
En boca destacan las características vegetales de la hierba y la presencia de la fruta roja (cereza). Es largo, amplio y con complejidad de especias (pimientas).

Graciano 2014

Cuando salga de la barrica sólo se podrá adquirir en la tienda de la bodega o consumir en el restaurante Le Domaine del Hotel Abadía Retuerta.

Visualmente es muy violáceo todavía, y con una intensidad cromática que tinta la copa.
Muy goloso, fondo vegetal de verdura asada bajo un manto de frutas del bosque. Mantiene mineralidad pero no tan protagonista.
Redondo en boca, frutal (roja) muy fresco (Barrica)

Graciano 2015

Este vino no ha tenido nada de crianza todavía, acaba de pasar la fermentación maloláctica. Por ello se encuentra algo duro puesto que lo que lima esa dureza es el oxígeno que se infiltra por la porosidad de la madera. Este comentario es aplicable a todos los 2015 que probamos en esa sesión.

Color violáceo de gran intensidad.
La nariz es todo fruta negra: moras, arándanos... y algo de piedra blanca pero de fondo.
En boca se muestra crudo pero agradable, intensamente frutal. Muy prometedor.

Ángel incide en la importancia de que las añadas sean diferentes porque independientemte del condicionante climatológico, es el mejor índice de que las variedades van adaptándose a su terruño:

Si la añada 2015 me sale igual que la 2013 o bien la variedad no está funcionando bien o no está en el terreno adecuado.

 

Los Garduñas

Antes de explicar estos vinos se debe mencionar que los vinos de pago de Abadía Retuerta aunque se elaboran todos los años sólo se comercializan ciertas añadas,las que alcanzan el nivel de calidad exigido. Y tras este paréntesis continuamos.

Ángel los he llamado "los Garduñas" evitando a propósito llamarlos los syrahs porque ésta no es cualquier syrah, es la syrah del pago de Garduña, una parcela caliza con la pendiente hacia el este con la que se consigue una maduración muy lenta.Esta variedad que en clima cálido suele dar un punto de sobremadurez, de uva pasa, en Pago Garduña sólo recibe el sol de la mañana de ahí su frescura.

La variedad syrah precisa de al menos 5 años de implantación en un terreno para empezar a dar muestras de adaptación. Durante los primeros años en Abadía Retuerta hubo que hacer mucho trabajo en viña.

En este momento Álvaro Pérez Navazo recupera el micrófono, e insiste en que

...Ángel no ha hecho un syrah, Ángel ha hecho un Pago Garduña, es la expresión de esa variedad en ese pago.

Pago Garduña 2010

Una añada que Álvaro considera muy interesante y que para que podamos evaluar en todo su esplendor, nos la han traído en formato doble mágnum que además es el único formato que les queda, el resto está agotado.

Rojo cereza rubí.
Tímido en inicio, con oxigenación van apareciendo notas especiadas picantes de pimientas variadas y tapenade de oliva negra y anchoa. Sorprende que un vino criado con barrica nueva al 100% no dé notas más típicas de esta crianza como pueden ser los tostados, torrefactos o especias dulces.
Muchísima fruta negra en boca (moras). Entra muy ligero pero va creciendo en volumen y estructura con el paso. Muy carnoso al tacto, finaliza con un toque vegetal que lo refresca y equilibra.

Pago Garduña 2015

Muestra de vino embotellada tras pasar sólo dos meses de crianza tras la maloláctica.

Esos dos meses de barrica le han dado unas notas tostadas que se irán limando. Tiene las notas vegetales más marcadas y las especias salen en forma de pimienta negra.
Muy frutal y sabroso, sedoso. Muy rico, regaliz.

A estas alturas debo hacer un inciso para comentar que me dejaron de piedra los dos 2015 catados hasta el momento, y que considero que tienen un potencial enorme, tanto el graciano como el Pago Garduña. Mi nivel de expectación subía...

Los Tourigas

Es una variedad que están estudiando a fondo, por el perfil de vino que produce y por su potencial. Empezaron a experimentar con ella en 2003 y creen mucho en su evolución temporal porque al contrario que algunos tempranillos, al paso del tiempo no se simplifican ni pierden complejidad. Además cuenta con la ventaja de que su grado alcohólico tampoco es muy alto.

La historia de la touriga nacional en Abadía Retuerta empieza en el año 2000 cuando Ángel Anocíbar coge el Land Rover y se planta en Portugal, concretamente en Ferreira, de donde se viene con dicho Land Rover cargado de sarmientos hasta arriba, unos sarmientos que por sus propiedades, sus amigos portugueses consideraban de mejor adaptación a la zona del Duero. La mitad de la parcela la plantó en pie directo en la zona de Valdebellón, donde hay mucha caliza y arena.

Su principal valor es que mantiene muy bien la fruta a lo largo de los años, como comprobaríamos a continuación y puede aportar esa viveza a otros vinos. Su otra virtud es su capacidad para equilibrar la madurez fenólica con la alcohólica.

Al igual que los gracianos,sólo se puede adquirir en la tienda de la bodega o consumir en el restaurante Le Domaine del Hotel Abadía Retuerta.

Touriga Nacional 2005

Aromáticamente es curioso cómo mantiene notas tostadas y lácteas muy claras. La fruta está muy presente en forma de mora.
En boca tiene la calidez del licor pero siempre frutal, con cerezas de protagonistas, hay también pimienta rosa. En general se muestra goloso y agradable.

Teniendo en cuenta que la viña era muy joven y los años que lleva en botella ya, siete, su potencial está claro.

Touriga Nacional 2012

Acaba de ser embotellado por lo que todavía precisará de afinamiento en botella.

En una nariz limpia y fresca encontramos cuero fino, anises, notas balsámicas y vegetales carnosas (aceituna) con un punto de fruta
Frescor y suavidad en boca con fruta al fondo, chocolate en polvo y mentolados. Buena potencia que se convertirá en estructura con el paso de los años.

Touriga Nacional 2015

Con esta añada se van acercando al perfil de touriga buscado, con gran carga frutal golosa (moras, cassís, cerezas maduras) y con ese equilibrio que le va a permitir aguantar fresco y frutal durante muchos años.
En boca se muestra también muy frutal, con gran frescura, un tanino obviamente marcado pero de gran nobleza y aromas de violetas en retronasal.

 

Los Valdebellón

Plantada en pendiente en la zona más alta de la finca, se trata de una cabernet sauvignon muy bien adaptada al terreno calizo que le confiere una personalidad única. Como dice Ángel:

Muy Abadía Retuerta.

Sin prescindir de las características notas de piracinas que desaparecen rápidamente para dar lugar una atractiva complejidad aromática.

No queremos que deje de ser un vino de cabernet sauvignon.

Pago Valdebellon 2015

Los primeros aromas son de pimientas fragantes y tostados finos. Hay notas vegetales que se van redondeando hasta llegar al pimiento verde muy maduro y el pimiento rojo asado. Con más aireación aparece la hoja fresca de tabaco y el tabaco rubio.
En boca tiene una gran frescura con notas olivadas muy sabrosas y fresca fruta en sazón. Tiene un tanino muy marcado pero nada con lo que no pueda la botella. Se le adivina un gran potencial.

Muestra de barrica

Pago Valdebellon 2011

De inicio tímido en nariz, va abriendo su abanico con notas florales de lavanda y toques anisados. Con oxigenación aparece la fruta negra y los balsámicos intensos.
En boca es pleno y amplio, sabroso y sápido en primer plano, jugoso y frutal en el segundo. Un vino para disfrutar ya pero que puede y debe mejorar.

De esta añada no queda más que magnums y doble magnums, el resto está agotado.

El Petit Verdot

Representado con una única añada para que veamos el pedazo de vino que es y la concentración que tiene cuando es joven.

Esta variedad está plantada en un suelo que es pura arena, de hecho, si se hace una zanja se llega al agua. No hacen ningún trabajo con el emparrado porque es un viñedo muy díscolo, si una rama sale en una dirección no hay manera de que tome otra. Nisiquiera lo intentan, porque realmente lo que está haciendo es protegerse. Tiene una baya muy pequeña que se pasifica con mucha rapidez, las hojas que la cubren le permiten madurar a su ritmo.

Aromáticamente es una variedad franca y directa cuando es joven pero que gana mucha complejidad con la crianza.

PV 2015

Tiene una gran intensidad cromática que tiñe la copa.
La nariz la acaparan la fruta roja y unos profundos balsámicos.
El ataque en boca es muy dulce y goloso pero equilibrado por una gran ferscura y un guiño picante. Tanino marcado que se pulirá con la crianza. Apunta buenas maneras.

Muetra de barrica

El Histórico

Ángel llama nuestra atención porque estábamos a punto de probar un vino proveniente de unas cepas con 200 años de historia.

El 2015 es el segundo año en el que se elaboró vino con el viñedo histórico recuperado y este año de diferencia ha marcado tremendamente la expresión aromática Si estas pruebas que están efectuando salen como ellos esperan, poco a poco se irá irjentando en las cepas de tempranillo más recientes.

Si todo sigue en la dirección que apuntan estas dos primeras añadas, Ángel Anocíbar piensa que este viñedo histórico marcará la línea de los tempranillos de Abadía Retuerta.

Histórico 2015

Aromas muy juveniles, con plenitud de fruta roja fresca, flores, lácteos de yogurt y un punto vegetal. Con aireación sorprende grandemente porque aparecen notas de fruta blanca y de hueso, melocotón, albaricoque...
En boca aúna frescura y potencia pero todavía tiene que definirse gustativamente, tiene que desarrollarse. Ojalá tenga la oportunidad de probar añadas posteriores para comprobar como evoluciona.

Este vino no será comercializado por lo que no se podrá adquirir ni en bodega niconsumir en el restaurante Le Domaine del Hotel Abadía Retuerta. Imagináos lo afortunados que fuimos.

La Rareza

Ángel nos cuenta a modo de anécdota que hay años en los que si está de humor y tiene tiempo hace experimentos. Pues bien, en el 2014 tuvimos suerte porque se dieron estas dos circunstancias

Estábamos ante un vino de syrah del año 2014 elaborado como si fuera un Sauternes recién sacado de la barrica.

El 2014 había sido una año muy bueno pero empezó a llover a final de ciclo y después el tiempo mejoró bastante. Ángel decidió dejar una zona sin vendimiar que empezó a pudrirse con botrytis de la llamada buena botritizara y lo elaboró como si fuera un Sauternes.

Lo acaba de sacar de la barrica e íbamos a ser los primeros en descubrir esta curiosidad.

Vendimia Tardia 2014

Tiene un color caoba claro con reflejos rosados.
Los aromas te llevan a Sauternes sin duda, con sus higos, su corteza de naranja y unos deliciosos balsámicos dulces.
En boca tiene perfil de nuevo anaranjado, muy frutal y suculento, con mucha acidez y sabrosura. Una joya.

Despedida

Tras estos magníficos 12 vinos, Ángel finalmente se despide agradeciendo a los asistentes el valor de venir a una cata de la que no había ninguna referencia previa y con vinos que eran en muchos caso futuro, no presente todavía.

Pero los agradecidos éramos sin duda nosotros, los asistentes, y así se lo hicimos saber a Ángel con una atronadora ovación que duró minutos, literalmente. Todavía me recorren escalofríos al recordarlo...

Como siempre, los más grandes son los más humildes y los más agradecidos. Gracias a tí Ángel por la gran lección de vitivinicultura que nos diste en imágenes, en palabras, pero en lo que es más importante: en vino.