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El vino y los poderosos

Monarcas y políticos han influido en las tendencias del mundo del vino

No se sabe a ciencia cierta si estos vinos se hicieron famosos por quiénes los bebían o si quienes los bebían y los beben lo hacen porque son vinos mundialmente (re)conocidos por su cuidado proceso de elaboración, sus uvas, su calidad o su sabor. Sin embargo, han triunfado y se han revalorizado por estar presentes en la vida o en momentos importantes de la misma, de personas reconocidas ya sean los Reyes de España o Inglaterra o el Presidente de los EEUU.

Si nos remontamos en la historia descubriremos que ya en tiempos del Imperio Romano, cuando todavía se almacenaba el vino en ánforas, un vino destacaba entre todos y se comercializaba por todo el mundo “civilizado”. Conocido como el vino de Falerno, era el más famoso de la antigüedad e incluso se dice que fue el primero en tener Denominación de Origen.

Ánforas romanas

 

Emperadores, filósofos, escritores y personalidades de la sociedad romana dejaron constancia a través de sus escritos de la indudable calidad del vino de Falerno. Se dice que fue el vino que Cleopatra ofreció a César cuando éste le devolvió el trono de Egipto como reina independiente. Julio César manifestó su preferencia por este vino y el poeta Horacio escribió en su Oda II, libro 2, sobre las cualidades de los vinos de Falerno, destacando su gran calidad.

En la Edad Media el vino era la bebida más famosa y consumida por toda la sociedad, desde reyes y señores feudales hasta pobres y religiosos. La calidad del vino variaba claramente de unos a otros, siendo el vino más fino elaborado con el primer prensado el que bebían las clases más altas.

Vino en la Edad Media

El vino más popular entre los reyes y aristócratas en la Edad Media era el vino hipocrático o vino especiado, llamado así pues se dice que su creador fue el médico y filósofo Hipócrates. Se elaboraba mezclando y macerando especias y flores en el vino. Hoy en día es considerado como el antecesor del Vermut.

Unos siglos después de que finalizara la Edad Media, en 1703, el Príncipe de Transylvania, Francis Rakoczi regaló al Rey Louis XIV, conocido como el Rey Sol o Luis El Grande, una botella de vino Tokaji de sus bodegas. El vino fue servido en la Corte Real francesa de Versalles y el Rey quedó maravillado con la preciada bebida.  

Su sucesor, el Rey Louis XV, ofreció una copa de este vino a su amante, Madame de Pompadour, refiriéndose a él como “Vino de Reyes, Rey de los Vinos” (“Vinum Regum, Rex Vinorum”), nombre que desde entonces se utiliza para referirse a este famoso vino dulce húngaro.

El Rey Francisco José I de Austria tenía la costumbre de enviarle cada año a la Reina Victoria de Inglaterra por su cumpleaños una botella de su vino favorito, el vino Tokaji. El monarca enviaba una botella por cada mes de vida de la reina.

Personalidades y reyes: siglo XX y XXI

En el último siglo numerosos vinos han ganado popularidad y protagonismo gracias a reyes o presidentes, por sus elecciones en momentos especiales: el escogido para brindar en su boda, para una gala o para beber en su día a día.

Isabel II de Inglaterra se casó en 1947 con el Príncipe Felipe, actual Duque de Edimburgo, en la Abadía de Westminster. Petrus fue uno de los vinos servidos en el banquete y gracias a ello ganó fama y convirtió la zona de Pomerol en una de las más reconocidas de Burdeos.

Sesenta y cuatro años después en la boda de su nieto, el Príncipe Guillermo, se sirvió de nuevo un vino de Pomerol, en este caso, un Claret.

En la boda de Carlos y Diana, Príncipes de Gales, brindaron con tres de los Champagnes más conocidos en la actualidad: Bollinger 1981, Krug 1969 y Dom Pérignon 1961.

El Champagne servido en la boda de Carlos y Diana, Príncipes de Gales

En el último enlace de la Casa Real Española, Imperial Gran Reserva 1994 de Cvne y un albariño del 2003 de Terras Gaudas, junto al cava Segura Viudas Brut Vintage, fueron los vinos escogidos para beber y brindar durante la celebración.

Todos ellos vinos con cierta popularidad y proyección.

Pero no sólo la realeza influye con el contenido de su copa. El presidente de EEUU, Barack Obama, ha logrado que un vino se agote en las tiendas tan solo pronunciando su nombre. En una entrevista con la revista People dijo que el Kendall-Jackson Chardonnay no faltaba en su bodega y una legión de estadounidenses se lanzaron a por el vino.

A lo largo de la historia, desde los romanos hasta la actualidad, el vino ha acompañado a los emperadores, reyes y nobles y ellos, han convertido el vino en objeto de colección. No sé sabe quién fue primero, si la gallina o el huevo, pero lo que sí es cierto es que el vino es bebida de reyes y, al mismo tiempo, el rey de las bebidas.

  1. #1

    JoseRuiz

    En la boda de los ahora Reyes Felipe VI y Letizia añadiría que el vino de postre servido fue el Casta Diva Cosecha Miel 2002, desde entonces constituido como Reserva Real. Uno de los mejores vinos dulces de España.

    Así mismo, El Duque de Saint-Simon, cronista oficial de la corte del “Rey Sol” Luis XIV de Francia, relata en unas memorias que tituló “Journal de la maladie du Roi” como en los últimos días de su vida, su Majestad tomó bizcochos mojados en FONDILLÓN para satisfacer así uno de sus más exquisitos hábitos.

  2. #2

    rafa_g

    Qué interesante articulo!


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