De Visita a la Bodega Bernabeleva
Febrero es un buen mes para realizar escapadas pues los alojamientos, billetes de avión, y demás, están más asequibles. Entonces esta año decidimos visitar bodegas de la zona de Madrid y alrededores.
El domingo 22 de febrero visitamos la Bodega Bernabeleva, situada en San Martín de Valdeiglesias en la Sierra de Gredos (Madrid). Elegimos esta bodega por los vinos tan diferenciados que elabora con garnacha y que nos sorprenden, aunque también incomprendidos en el territorio español. Para que fuese posible, nos pusimos en contacto con la bodega a través de su web (http://www.bernabeleva.com/contacto.htm) y concertamos el día, la hora y el precio (60€ un grupo de 4 personas).
Llegamos el domingo a la hora concertada a la Finca el Tablazo, donde estaba faenando un tractor arando la tierra. Nos atendió Juan Díez (uno de los co-fundadores, arquitecto de profesión, entre otras ocupaciones que ostenta en la bodega) y en seguida nos dirigimos a las parcelas en un coche 4x4 ya que nos adentramos por caminos rurales. Observamos las tonalidades del suelo de cada una de las parcelas y su composición que no son comparables de una parcela a la otra.
Las parcelas están situadas en montículos, unas fincas están en llanos, otras encuadradas en la falda de la ladera. Las cepas están sembradas en vaso, las más pequeñas son las de garnacha y las más robustas las de albillo. A pesar de que sea febrero nos parece un paraje singular, en primavera debe parecer un jardín salvaje.
Juan Diez, co-fundador de Bodegas Bernabeleva, a la izquierda |
Terminamos la visita en la bodega realizando una cata de las barricas (la mayoría de ellas de la variedad garnacha).
Cada barrica diferenciada con el nombre de las parcelas, cada una de ellas con resultados diferentes. Me cuesta comprender los vinos, están algo duros, no estoy muy acostumbrada y necesito la tutorización de Juan para entenderlos. Sin embargo, para la barrica de Fu Manchú y de Bonita no necesito ningún tipo de explicación, pues los vinos a medio hacer ya apuntan maneras y sobresalen del resto.
También oteamos por la sala de barricas y vimos algunos “experimentos”, fudres con vino blanco (variedad albillo), barricas abiertas con las uvas enteras... una tinaja de barro que también está criando algo... en fin!
Aquí no se duermen en los laureles, siguen investigando siempre.
Para terminar con la interesante y recomendable cata de barricas, terminamos con su vino dulce Cantocuerdas, que todavía está en pañales y no saben si lo llegarán a embotellar pues está algo caprichoso. Para irnos con buen sabor de boca, Juan nos propone abrir una botella de Cantocuerdas para así saborear el resultado final de este vino ya acabado. Hay que decir que nos sabe a poco.
En Bernabeleva se elaborar vinos de garnacha muy distintos de los vinos que con esta variedad se elaborar en el resto del territorio español. Nos comenta Juan que exportan gran parte de sus vinos y que son bien recibidos en otros países, que durante mucho tiempo aquí han sido ignorados, pues no corresponden a los prototipos de vinos que a la mayoría de consumidores les puedan gustar.