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Agustín Santolaya: el hombre que susurraba a los taninos

Agustín Santolaya: el hombre que susurraba a los taninos

La Horra, 27 de Junio de 2014

Aunque ya hacía tiempo que conocía los vinos del nuevo proyecto de Roda en la Ribera del Duero pero lo cierto es que no lo conocía de primera mano. Disfrutar de la cortesía de Agustín Santolaya, responsable del grupo y de Miriam Marchena, responsable técnica de la bodega, me permitió comprender mejor que se busca con la nueva aventura de Roda.

El proyecto busca diversificar en otra zona sin renunciar a la búsqueda de la máxima expresión de su variedad icónica: la tempranillo, tratando de reflejar el carácter más duro y agreste de la tempranillo en Castilla sin renunciar a la elegancia. Pusieron sus ojos en la Ribera del Arlanza, pero no acabaron de encontrar lo que buscaban…. Lo mismo con Toro, pero la potencia era excesiva para lo que ellos buscaban. En Castilla-y-León comenzaron en mirando en Valladolid pero fue en Burgos donde encontraron el paisaje vitivinícola que se adaptaba a sus perspectivas, con una zona ideal para trabajar con mimo los taninos.

Lo cierto es que en la zonas clásicas de elaboración de vinos comprar viñedos es tarea ardua, la afección al suelo, a la parcela del abuelo, al patrimonio de la familia…. Fue el azar el que les llevó La Horra justamente  en un momento de concentración parcelaria, proceso que rompe con esa barrera psicológica de vínculo con la tierra y resulta más fácil vender… y por tanto, comprar. Así contactaron con 2 hermanos propietarios que contaban con 40 has y les plantearon un acuerdo merced al cual obtenían el 10% de la sociedad aportando sus viñedos mas emblemáticos y gestionándolos conforme a los parámetros fijados por la empresa. Firmaron un contrato a largo plazo (40 + 40 años) que comenzó en 2008.

Recién aterrizados en la zona comenzaron trabajando en las instalaciones de Martín Berdugo (Aranda de Duero). El año de su llegada, el 2008, fue realmente complicado en la zona, con una helada devastadora. Se decidió sacar el resultado de aquella difícil añada con una etiqueta específica, ya que esperaban de aquel terroir mucho más.

La actual bodega, con un espacio limitado que será la sala de expedición y conservación del proyecto definitivo. La obra de la bodega definitiva está prevista para el año 2018. Y es que en general ahora mismo trabajan con unas dimensiones modestas, 5 tinos de madera, 5 depósitos de acero inoxidable, aunque cuentan con mesa de selección y utilizan un camión frigorífico para garantizar que se mantiene la calidad de la uva. Trabajan sin levaduras artificiales en la fermentación ni fuerzan artificialmente la maloláctica. La prensa es neumática. La maloláctica la hacen en Torre de Anguix en unas instalaciones alquiladas. Trabajan con un 20· de roble americano y un 80% de francés. Para  el Corimbo usan un 10% de barrica nueva y la crianza se sitúa en torno a los 14 meses, mientras que para el Corimbo I usan alrededor de un 50% de barrica nueva y dependiendo de la añada la crianza suele ser de alrededor de 16 meses.

Así pues, sacar la “raza” del tempranillo de la Ribera pero tratando de domar el tanino, controlando la extracción, trabajando con la madera para que juegue un papel secundario sin excesiva presencia, buscando la frescura y evitando las sobremaduraciones.

Desde su base en La Horra y también en Roa trabajan la tempranillo con primor. En algunas zonas incluso en biodinámica en Pedrosa y en Quintana de Epidio donde colaboran con el equipo de la bodega Marqués de Valparaíso, del grupo Paternina.

El terroir de La Horra y Roa

La zona de La Horra es una zona con un clima continental extremo. Hasta mayo no comienza el ciclo vegetativo, que es más corto que en Rioja y con una enorme amplitud térmica, lo que lleva a una potenciación del proceso de síntesis de los polifenoles. Hay mucha parte del suelo que es arenosa, con partes calcáreas y arcillosas en profanidad. Allí trabajan la tempranillo en vaso, incluso con lo que plantan nuevo.

Actualmente la sociedad tiene a su disposición 50 has y elaboran alrededor de 50.000 botellas, la mayoría de Corimbo y apenas unas 30.000 botellas de Corimbo I.

I+D una constante del grupo.

El grupo Roda tiene como constante la investigación. En su corto periodo en La Horra ya han desarrollado un interesantísimo proyecto de I+D, el proyecto BIOGERM: selección de biotipos y creación de un banco de germoplasma de tinta del país en ribera del Duero con metodología biodinámica, buscando seleccionar biotipos y crear un banco de germoplasma de Tinta del País en Ribera del Duero, con metodología biodinámica. Además comenzaron un proyecto de I+D sobre el tanino de la Ribera con investigadores de la Universidad Salamanca. 

Los vinos de la bodega.

El final de la visita tuvo lugar en un cerro junto a la bodega, es un precioso mirador disfrutamos de un almuerzo informal, en un magnífico día de verano, con temperatura suave y el cielo cubierto por momentos.  Durante el almuerzo disfrutamos de Corimbo 2008, 2011 y 2012 y Corimbo I 2009 y 2010, y sobre todo aprendimos sobre la filosofía de este atractivo proyecto.


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