Entrevista a Raül Bobet: su sueño y aventura en Castell d'Encus

Raül Bobet, ingeniero químico y doctor en enología, se ha convertido en una de las figuras imprescindibles del panorama enológico nacional y personifica el espíritu de la Denominación de origen calificada Priorat. Gracias a su gran compromiso con el mundo del vino, su implicación en esta cultura que ama y disfruta en la bodega Ferrer Bobet, ha logrado que las personas que prueban sus vinos experimenten la esencia del Priorat.

Asimismo, Raül Bobet está embarcado en otro proyecto más personal como es el caso de su aventura pirenaica, la bodega Castell d'Encus, que ha puesto una punta de lanza en en uno de las zonas más altas de la DO Costers del Segre.

Experiencia Verema Donostia

Los afortunados que pudieron asistir al evento que Verema organizó en la capital donostiarra pudieron probar de su mano estos vinos pirenaicos y disfrutar de sus explicaciones envueltas en una sabiduría enraizada en unas creencias tan firmes que casi las convierte en filosofía vital.

Aquí os dejamos el vídeo con la entrevista que le realizó Juan Such, co-fundador de Verema.com. Así mismo, incluímos unos extractos escritos de  la entrevista para que los que disponeis de poco tiempo podáis haceros una idea de quién es y en qué cree Raül Bobet:

Extractos de la entrevista a Raül Bobet

¿En qué consiste tu filosofía para crear este proyecto?

Surge del reto de que la gente coja con seriedad el punto de vista de la orografía que tenemos. No nos toman en serio cuando elaboramos vinos blancos.

El cambio climático no nos favorece en España, pero la orografía sí. Después de Suiza, tenemos la mejor orografía.

¿Cuándo nace este proyecto y cuál fue la principal motivación de esta aventura?

El nombre aventura es bueno para definirlo. Tienes que olvidar la economía porque en este tipo de proyectos los retornos son a largo plazo. 

Este reto nace en 2002/2003, y nace de la inquietud personal mía en los años 90 de hacer algo más especial, buscando el nervio, una buena acidez y longevidad en los vinos.

Es imprescindible para mí (reconocer) que este arbusto (el viñedo) necesita calor y también un tiempo de recuperación (de las altas temperaturas). Por lo tanto, temperaturas frías en noche, las variaciones importantes ayudan muchísimo a todos los precursores de aromas, que tienen que ver mucho con la finura y la complejidad de los vinos.

Para hacer un gran vino también hace falta un consumidor que lo entienda y que acabe comprando esos vinos. ¿Cómo percibes en los últimos 5 o 10 años el cambio que se está dando en los consumidores entendidos en vinos? ¿Qué se está buscando? 

Primero que nada, si tú quieres hacer un vino con personalidad, tienes que prescindir un poco de lo que piensan los demás. Esto es muy importante, porque si no nunca harás el vino que sueñas.

En segundo lugar, creo que hay un cambio hacia la finura, un viraje hacia menos extracción, menos alcohol. El problema es trasladar esto a la viña, es un tema difícil de reflejar. Tienes que hacer un equipo potente, que la gente entienda lo que quieres hacer, y es mucho esfuerzo personal y económico.

Por lo tanto yo creo que la tendencia es hacia más finura y complejidad y que refleja el tipo de sociedad cada vez más sedentaria que vivimos. Comemos cada vez cosas menos energéticas y menos cantidad y esto tiene que ir unido a la fuerza con la gran cocina y ligado con el placer de combinar cosas que son más suaves.

El mundo es cada vez más global, con una gran oferta de bodegas y productos, y bodegas como la tuya, que hace una gran variedad de productos. ¿Cómo poner en contacto los amantes de ese vino que produces, con el vino?

En primer lugar, hay ciertos países, que les gusta más una cosa que otra, por lo que te puedes especializar en una cierta gama de productos.

Segundo, cada vez hay más clientes privados que les gustan cosas específicas y por tanto a través de gente como Verema, cada vez hay más gente que busca algo diferente y especifico. Es cierto que en la respuesta tradicional, una dispersidad importante significa que es difícil encontrar un mensaje que sea potente. En ese sentido, nosotros elaboramos cinco vinos que son más de volumen y el resto que son más de investigación, con un volumen inferior.

También hay una parte que es el placer personal de hacer lo que uno quiere, por tanto hay que mezclar las cosas, no todo es economía y marketing, también hay un tema de reto personal.

Habéis asistido ya a varios eventos Verema, ¿Qué crees que aporta Verema al mundo del vino?

Yo creo que hay un boom de información en estos momentos que es espectacular y es difícil hasta el punto incluso de que la gente se puede saturar.

Verema ha conseguido con mucho esfuerzo, encontrar seriedad. Creo que Verema ha sido capaz de poder elegir, de poder decir cosas diferentes. 

Con todo el abanico posible que hay, en ese sentido creo que es un expositor que ayuda muchísimo; además, creo que os colocáis en los sitios que son interesantes desde el punto de vista gastronómico. Habéis sabido elegir muy bien los lugares (el País Vasco, la costa mediterránea, Barcelona, Málaga...), los personajes, las bodegas…

En definitiva, Verema aporta diversidad.

¿Cuál es la mayor sorpresa que te has encontrado a ti mismo? y ¿qué cosa se ha confirmado que ya sabías hace 10 años?

La sorpresa es que cuando empecé esto de los Pirineos me he encontrado con una gran dificultad en cuanto a las condiciones climáticas. Esto ha hecho cambiar el proyecto de una manera tremenda, te hace volverte muy humilde y autocritico. Volver a empezar de 0 cuando el granizo lo destruye todo, volver a empezar de 0 cuando la fauna también influye muchísimo y tener que protegerse contra esto diciendo la naturaleza manda y hago lo que puedo para remediarlo. 

Las cosas que intuía es que en los Pirineos puedes conseguir el binomio de temperaturas adecuadas y el frescor. Esta intuición se ha cumplido.