Hoteles con restaurantes Michelin

Apartados del mundanal ruido

Nos estamos encontrando últimamente con hoteles y restaurantes que parecen huir de las grandes ciudades o de circuitos turísticos al uso, que es donde parece que deberían residir, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de locales de muchísima calidad.
 
                                                        

Establecimientos como el Hotel Valdepalacios (http://www.valdepalacios.es/) a escasos seis kilómetros de Oropesa, que ofrecen unas instalaciones con cuidadísima decoración, habitaciones amplias, con el más mínimo detalle.

Haciendo que el cliente se sumerja en la tranquilidad que le da estar rodeado de una inmensa finca donde poder gozar del avistamiento en plena libertad de ciervos, corzos, conejos, un relax.

Si a esto le añadimos que en el mismo hotel se ubica el Restaurante Tierra, pues más atractivo añadido.

Un amplísimo salón, las mesas perfectamente vestidas y con separación más que suficiente entre ellas, es donde Santi Santamaria asesora y marca su impronta en la cocina.

Los fogones nos ofrecen una amplia carta de posibilidades, si bien por la zona en la que nos encontramos quien se puede resistir a un plato de caza. Nos quedamos en este caso con el magnifico pichón, entre otras delicadezas de la carta.

La carta inmensa de vinos nos da posibilidades infinitas, así como el rango de precios. Por lo que siempre es conveniente pedir consejo y marcar rango de precios al sumiller, quien te aconsejará de forma puntual y satisfactoria.

 

Otro establecimiento cuyas características le hacen entrar en este Olimpo seria el Hotel Ferrero (http://www.hotelferrero.com/), en Bocairent (Valencia).

Magnifica masía del siglo XIX, completamente restaurada, ofrece al cliente un espacio de tranquilidad rodeado de más de 120.000km2 de finca.

Espacios decorados de forma moderna, pero sin excentricidades, invitan al descanso.

Habitaciones amplias, algunas como la suite 24, verdaderos apartamentos con dos habitaciones, 2 cuartos de baño, amplia terraza con jacuzzi enorme, salón, vestidor, en fin, una maravilla.

También con el atractivo añadido de contar con un magnifico restaurante, en este caso gestionado por Francisco Morales y Rut Cotroneo.

Esta jovencísima pareja dan un ritmo de calidad a un restaurante de impecable decoración, con mesas perfectamente iluminadas, en un espacio tranquilo y sin ruidos.

Cocina la de Francisco Morales de contrastada calidad, pero que lejos de riesgos innecesarios se basa en una buena ejecución técnica sobre una materia prima excelente.
El servicio de vino, de la mano de Rut, es otro de los atractivos de la casa, abanico amplio de posibilidades, para todos los bolsillos y paladares, si bien cabría esperar un menor aprovechamiento de algunas botellas, ya que al no haber sido decantadas, las precipitaciones y turbidez presente es innecesariamente molesta.