Rodolphe Demougeot, un buen intérprete de la Côte de Beaune
Tal y como les hemos comentado en anteriores ocasiones, beber buenos vinos de Borgoña pagando precios asequibles es una realidad al alcance de todos. Hay productores que ofrecen una gama de vinos de una calidad más que notable como por ejemplo A. et P. de Villaine, Domaine Camus-Bruchon, Domaine Joblot, François Lumpp o Domaine Lafougue, que por estar especializados en zonas digamos menos conocidas de Borgoña elaboran vinos a costes más ajustados y por otra parte es un hecho que los vinos de categorías más básicas, bien regionales (AOC Bourgogne) o bien “villages” (cada uno con su respectiva AOC comunal), tienen una calidad cada vez más elevada y están mejor elaborados, siendo vinos que en muchos casos permiten poder acceder a la gama de grandes productores manteniendo su elevado nivel de calidad y pagando cantidades obviamente más asequibles.
Hace unos días nuestros amigos de Latintorería nos presentaron los vinos de un pequeño productor afincado en Meursault y que se llama Rodolphe Demougeot. Supieron de su existencia en una cata de vinos genéricos de Meursault en esa gran feria bienal del vino de Borgoña conocida como Les Grands Jours. En aquella cata probaron un buen número de vinos de este pueblo de la Côte de Beaune y el de nuestro protagonista de hoy les pareció tan destacable que se pusieron en contacto con él con el objetivo de importar sus vinos en España. Hablamos de un productor familiar y muy poco conocido, que comenzó a vinificar en 1992 con viñas tanto de herencia familiar como adquiridas. En la actualidad manejan 7,5 has en total, 6 de ellas de pinot noir y el resto de chardonnay. Dichas viñas están exclusivamente en la Côte de Beaune y en pueblos como el propio Meursault, Savigny-les-Beaune, Beaune, Pommard, Monthèlie, Auxey-Duresses, Chassagne-Montrachet y Meloisey. Vendimias manuales con selección tanto en viña como en bodega por mesa vibrante. Despalillan siempre salvo en añadas muy cálidas como el famoso 2003, en la cual utilizaron algo de raspón en determinadas parcelas. Maceraciones prefermentativas en frio con fermentaciones lentas, realizando bazuqueos y remontados dependiendo del vino, parcela y añada. Las crianzas son en barricas entre 12 y 18 meses, utilizando entre un 20% y 30% de madera nueva. Embotellados tras una ligera filtración.
La cata fue muy completa puesto que nos presentaron 9 vinos del productor de distintas zonas, un número suficiente como para poder llegar a la conclusión de que trabaja francamente bien, con un estilo muy definido, vinos expresivos, accesibles y muy amigables, un productor que nos pareció más que interesante. Repasemos pues los vinos.
Rodolphe Demougeot Bourgogne blanc 2010
Comenzamos con este blanco regional muy limpio y fresco, cítrico, rico, con acidez, balanceado, un vino que se bebe de maravilla por su equilibrio y redondez, de final amargoso y recuerdo frutal. Un blanco de acceso que muestra un estilo fresco y delineado, muy agradable. Un buen vino. [8,5]
Rodolphe Demougeot Beaune “Clos St. Desirée” 2010
Uvas procedentes de un “lieu-dit” del pueblo de Beaune, un vino menos desarrollado que el anterior, algo más crudo, mostrando más la madera, pero portando ese estilo fresco y austero que nos ha gustado del productor. En boca muestra algo menos de equilibrio que el anterior en estos momentos, aunque el conjunto resulta satisfactorio. [8,3]
Rodolphe Demougeot Meursault 2010
Sorprende este “villages” por su buen nivel y no nos extraña que fuera el vino que puso a “los tintoreros” tras la onda de este productor. Complejo en nariz, con una madera muy bien integrada, ahumado, especiado, graso en boca pero lo justo y siempre compensado por una fresca acidez, largo y con recuerdos finales lácteos y frutales. Un Meursault francamente interesante y muy recomendable. [9,0]
Rodolphe Demougeot Bourgogne rouge VV 2010
Al igual que el regional blanco, este tinto muestra un nivel más que aceptable, capa baja, flores, frutas y especias, limpieza, ligeros ahumados, boca fresca, con acidez, fruta en el paladar y un tanino fino e integrado, un vino de esos “de sed”, que muestra una pinot sin disfraces, muy bien elaborada. [8,5]
Rodolphe Demougeot Auxey-Duresses “Les Clous” 2010
Algo cerrado en el inicio, resulta evidentemente más complejo que el anterior, hablamos de un “lieu-dit” del pueblo de Auxey-Duresses. Aparece un fondo más especiado, frutas más maduras, balsámicos, ahumados, además de una mayor concentración en boca, manteniendo acidez y frescura y resultando siempre fresco y definido. Tanino por integrar pero con nobleza. Buen vino. [8,7]
Rodolphe Demougeot Savigny-les-Beaune “Les Bourgeots” 2010
Otra de las sorpresas de la cata, un vino que nos gustó mucho. Con ese carácter austero de los vinos de esta AOC pero con todo muy en su lugar, resultando un conjunto francamente armónico. Notas más terrosas sobre un fondo floral y de frutos rojos. Contundente en boca y sostenido por una fantástica acidez, redondo en el final, ligeramente tánico pero muy placentero. [8,9]
Rodolphe Demougeot Beaune “Les Beaux Fougets” 2009
Los tres últimos tintos fueron de la añada 2009, distinta a la 2010, más cálida, más madura, quizá más uniforme, un año de más potencia frutal. Este “lieu-dit” de Beaune se muestra algo cerrado, hay que trabajarlo en la copa, y con ese aire va apareciendo un carácter más frutal y especiado. Rico en boca, directo, con acidez, muy buena fruta. Tanino algo más seco. Necesita un tiempo. [8,7]
Rodolphe Demougeot Pommard 2009
Los vinos de Pommard tienen fama de ser “los machos” de la Côte de Beaune, tánicos y terrosos, y este “village” resume muy bien dichas características. En efecto, es un vino mineral, especiado, con esos toques de tierra mojada, además es potente en boca, con acidez y concentración, tánico en el final pero siempre con equilibrio. Un vino para guardar. Muy buen vino de su zona. [8,8]
Rodolphe Demougeot Pommard 1er Cru “Charmots” 2009
Las categorías de los viñedos están por algo y el único 1er cru de la cata se hacía notar. Aquí se percibe más profundidad mineral y terrosa además de una fruta tenue pero perfectamente definida. En boca es un vino por hacer, con mucha materia, balanceado, serio, largo en el final y noblemente tánico, con una mayor persistencia. Sin duda el mejor vino de la cata (el viñedo manda) y un más que buen 1er cru de Pommard. [9,1]
Siempre es un placer descubrir nuevos productores de calidad y más en una zona tan complicada y donde los precios enseguida se disparan como es Borgoña. En este caso nos encontramos con un “vigneron” prolífico y cuyos vinos nos parecen muy precisos, cada uno muestra muy bien las características de su terruño de origen y de su añada, y al fin y al cabo eso es siempre lo más importante en Borgoña, añadiendo el atractivo de un estilo clásico y definido, cuidando muy bien las maderas. No todos estos vinos se van a importar, alguno se hizo solo para la cata, de todas formas nosotros nos quedamos tanto con los dos vinos de Pommard, como especialmente y por RCP pura y duda, los vinos de Meursault y Savigny-les-Beaune, en el primer caso estamos sobre los 30 euros y en el segundo poco más de 20 y lo cierto es que en ese estrato de precios nos parecen dos vinos magníficamente posicionados y que son un excelente ejemplo de lo que entendemos deben transmitir los vinos de ambos pueblos.
Así pues, nuestra conclusión es que estamos ante un productor francamente interesante para profundizar en la Côte de Beaune sin pasarse con los precios, Borgoña buena y asequible, vaya, algo que siempre hay que destacar como se merece. Nos los recomendamos.
Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)
(*) El mapa vinícola de la Côte de Beaune es de en.wikipedia.org
