Hacia mucho tiempo que tenía ganas de ir a
La Cantinella. Un amigo que sabe mucho del tema de comer y beber , me la había recomendado con vehemencia. Pero , por un lado la falta de tiempo y , por otro su ubicación (muy alejada de mi circulo habitual) me lo habían impedido.
Local amplio, decorado en tonos claros , luminoso. Mesas grandes bien vestidas , con muy buena separación entre ellas. Mantelería, cubertería, cristalería y vajilla de nivel medio. Entorno acogedor y cálido.
Tomamos
.- Flores de calabacín rellenas de mozzarella ahumada
Tempura perfecta. Crujiente, nada aceitosa. Sabor profundo con un ahumado que te inunda el paladar.
.- Ensalada de pulpo rúcula y patata
Refrescante y potente. Texturas ordenadas, que te introducen en el fondo del plato.
.- Espagueti con almejas y sepionets
Al dente, justo al dente . Sabor a playa con contraste por la acidez del tomate y la frescura de las hierbas. Plato mediterráneo al mil por cien. Orden en la entrada de los sabores. Te lleva a la costa y a la tierra soleada.
.- Espagueti con anchoas , tomate seco, aceitunas y coladura de anchoas.
Si el anterior te llevaba a la playa , éste te lleva al mar. Salinidad profunda que siempre entra a tumba abierta en cada bocado. Tanto si muerdes como sino muerdes anchoa , el sabor se mantiene por la coladura de anchoa. El tomate , rompe , limpia y refresca junto a las hierbas.
.- Espagueti con Hígado de Pulpo
Nada que ver con nada de lo anterior . Sabor todavía mas alto que los de la anchoa , pletórico, fuerte y potente a hígado. Sabor terreo que se fija a las papilas y permanece hasta que , otra vez , el tomate seco lo limpia. O el tomate o un buen sorbo de vino. Excelente plato aunque , para mi , para tomar en pequeña cantidad para que no resulte cansino.
.- Quesos
Tres italianos muy buenos. Uno fresco, uno curado al Barolo y un Parmesano Reggiano de 36 meses. Repetimos de este ultimo.
Lo mejor que se puede decir del servicio es que es una continuación de la cocina. Si ésta es como si te cocinaran en casa , el servicio remata la faena haciéndote sentir en casa. Amable, rápido , ágil , cercano y simpático. Sirve de correa de trasmisión perfecta .
Carta de vinos corta y , en mi opinión , pese a que hay cosas interesantes , le falta un punto mas. Entiendo que es un tema repetitivo y manido , pero se echan de menos mas referencias superiores. También es verdad que si no se le demanda , es lógico y normal que no se arriesgue a tener inmovilizados. Bebimos un vino blanco sardo (Karmis Tarros 2014), un Planeta Cometa 2014 y un Teroldego Rotaliano 2014
Desde que este mundo de la Gastronomía se ha vuelto mediático y , por todos los lados se inundan de programas , entrevistas y foros, en muchas ocasiones se tiende a olvidar las raíces esenciales de la tradición. Está de moda hablar de lo ecológico , de las técnicas innovadoras y de la fusión de las cocinas. Parece que , los cocineros que simple y llanamente se dedican , nada más y nada menos que a dar de comer a la gente que va a sus restaurantes , no tiene derecho a estar en el selecto grupo de los elegidos. Como casi siempre , todo idea que se lleva al extremo es nociva porque aparta y relega lo que no entra en sus canones. Creo que estaría bien , el que nos diéramos cuenta de que , sin quitar en absoluto los méritos a los profesionales creativos e investigadores, éstos no existirían sino fuera porque antes , otros , quizás con planteamientos mas simples , lograron encumbrar a la Gastronomía a un placer de los sentidos.
Es precisamente a estos segundos a quien pertenece La Cantinella. No es lugar para quien busque técnicas innovadoras, ni productos novedosos , ni presentaciones con una plasticidad asombrosa. Por ende , no es lugar ni para que te vean ni para ver a nadie. Pero si lo que se busca es materia prima de calidad , sabor primario contundente , elaboración lenta de los platos , en definitiva si se busca autenticidad , acertará quien vaya este restaurante.
Honestidad en su planteamiento . Hacen lo que saben hacer. Para nada se vende humo. No hay adornos ni florituras. Los sabores son directos, lineales. Cada producto sabe a lo que tiene que saber y todos los puntos de cocción son excelentes. La pasta al dente, las almejas poco hechas, el pulpo terso pero no duro.
Se podría deducir que no existe riesgo en sus elaboraciones. Para mi sería un error pensar así. Aquí el riesgo es no destrozar la materia prima de base , elevándola con el mimo adecuado. En sus platos , tanto en los entrantes como en las pastas , destaca la cadencia de los sabores . Parece que el orden con el que se cocina y se juntan los ingredientes es el justo y necesario para que luego todos te exploten en la boca en el orden adecuado.
Siempre es un gusto y un placer reencontrarte con lo autentico, porque lo autentico ha servido, sirve y servirá para que otros evolucionen . precisamente por eso , lo autentico ha sido, es y será inmortal. Y este restaurante , por todos sus conceptos y ejecuciones rebosa autenticidad