Helado de plátano facilísimo.

Os dejé con un helado y regreso con otro. Aun no he retirado los trajes de baño del armario y en muchos lugares sigue haciendo calor. Así que no os vendrá mal esta receta "facilísma" de helado de plátano.

En mi casa, por cuestión de comodidad, suelen entrar a menudo un tipo de plátano parecido al de Canarias, de hecho lleva la misma etiqueta, que tiene la propiedad de autodestruirse en 48 horas.

En efecto, a veces me da pereza ir a la plaza de abastos, y hago la compra en el supermercado más próximo. Este tipo de plátano que os digo se encuentra con gran facilidad en los super.

Las 48 horas empiezan a contar desde que la cajera les pasa el lector: PIP!....  47.99, 47,98, 47,97.... tal cual!

Pues bien, este helado va genial para cuando nos hemos despistado y ya han pasado 35 horas desde que el plátano en cuestión está bajo nuestra responsabilidad.

Ingredientes:

- 4 ó 5 plátanos a punto de dejar de serlo.

- Una cucharadita de azúcar invertido o dos de azúcar glass.

........Sólo dos ingredientes sí! Lee el título del post. Dice facilísimo no?, pues eso.

Preparación: Corta los plátanos en rodajas y expónlos en una bandeja formando una sóla capa. Congela 2/4 horas. Llévalos a la Thermomix o a un robot de cocina que triture bien y dale un par de viajes a tope; comprueba que ha alcanzado la textura deseada. Añade el azúcar y bate unos segundos para integrar. Listo. El plátano se habrá convertido en un cremoso helado. Como lo oyes. Puedes adornarlo con crocs de azúcar si tienes niños en casa.

Una buena forma de que coman helado de fruta pero de verdad!  Este helado al ser muy dulce no llega a alcanzar la consistencia necesaria para que dure demasiado a temperatura ambiente; así que hay que tener cuidado en mantenerlo en el congelador mientras no se vaya a comer. Sobre cómo influye el azúcar en la consistencia de los helados, y otras muchas cosas interesantes a cerca de este mundo gélido, puedes leer mi post "Los helados, y la ecuación perfecta", y presumir de haber hecho un curso on line sobre la materia, porque podría afirmar que lo es aunque tenga la extensión de un artículo de un semanal.

Un exceso de azúcar (el plátano ya la tiene de por sí pero es necesario añadirle algo como anticongelante) nos va a dar siempre un helado muy suave, que se desmonta fácil. Si, por contra, el azúcar incorporado a cualquier otro helado que hiciéramos fuera escaso, nunca podrá alcanzar el punto agradable de cremosidad de los helados caseros.

El quid de la cuestión es encontrar el punto bueno. La ecuación que llamo yo!

Este es el bol que yo me comí. Como tuvo que esperar al final de la sesión de fotos casi no la resiste, pero lo encontré estupendo!  Y os lo presento como magnífica opción para los que os impone cierto respeto el asunto del helado hecho en casa. Como postre improvisado vais a quedar de miedo.....aunque no sepáis ni freir un huevo!

Beatriz G.

www.tobegourmet.blogspot.com