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Quim Vila en el 10º Encuentro Verema: El Perfume del Invisible

El Perfume del Invisible. Sábado 26 de febrero de 2011.

Nos dirigimos al salón Adonis en un día luminoso pero no excesivamente soleado.  La mañana es agradable, la temperatura suave y gracias a algunas nubes no brilla el sol excesivo del mediterráneo. Damos un corto paseo por el jardín desde donde vemos, a través de una gran cristalera, el salón que nos aguarda. No hay más que una mesa alargada vestida con un mantel crudo y unos haces de sarmientos sobre ella como único adorno. Ya en la puerta del salón saludamos a los amigos que van llegando. Vemos a  los dos Quiques, Santi, Pepe, Manoli. Linda está ocupándose de los últimos trámites. Llega Juan, que va a presentar la sesión, mientras Quim Vila ultima detalles desde fuera. La puerta permanece cerrada y nos retrasamos un poco pero a nadie le preocupa lo más mínimo, intuimos que la espera vale la pena. Nadie sabe lo que nos aguarda, pero esperamos algo especial, algo diferente: no nos equivocábamos. Por fin se abre el salón y vamos situándonos alrededor de la mesa. Busco un sitio de espaldas al ventanal, aunque la vista es agradable prefiero que no haya distracciones. Acierto.

Comienza la sesión. Con buen criterio, Juan es breve en su presentación. El protagonista va a ser Quim Vila, mejor dicho, la puesta en escena que nos ha preparado y de la que él es nada más ¡y nada menos! que el maestro de ceremonias. Para empezar, nos explica el título de la sesión. Hoy todo va a tener su razón de ser, todo está meticulosamente estudiado y, aunque todavía no lo sepamos, lo intuimos. El título de la sesión es el de un comic de Milo Manara. Se trata, según nos dice, de la historia de un hombre que ha descubierto la fórmula de la invisibilidad. Para poder utilizarla necesita untarse de caramelo, olor que le delata a pesar de su invisibilidad. Ese perfume, esa persistencia, es la que quiere transmitirnos a través de los vinos. A continuación, con sensatez, nos pide que no nos obsesionemos con los blocs de notas y nos recomienda guardar las cámaras y apagar los teléfonos móviles. Así lo hacemos y en parte me siento aliviado de mi responsabilidad de cronista. Lo que nos propone es algo mucho más relajado, un rato de distensión y de placer. Nos ofrece un carboncillo, una servilleta y una bonita carpeta de cartón cosida con tela. En su interior hay nueve hojas de papel crudo de alto gramaje con una sola inscripción: En la parte superior de cada pieza aparece, tamponado, un número y un lema. Efectivamente, todo apunta a que lo que nos espera hoy va a ser muy especial, fuera de lo común.

 

Cata vino Quim vila encuentro Verema

A continuación voy a intentar describir, posiblemente de forma un poco caótica,  una mezcla de las sensaciones, comentarios y opiniones sobre cada uno de los nueve actos que corresponden a los nueve vinos que nos fue presentando; pero Quim no quería prejuicios, así que se probaron y se comentaron a ciegas. Conforme avanzábamos, iba desgranando fragmentos de información para, al final, enseñarnos la botella antes de pasar al siguiente. Sólo al final de la sesión nos entregó la lista completa impresa sobre papel vegetal. Ese era el juego que nos propuso y al que me gustaría seguir siendo fiel también en este relato. Por esta razón he desechado cualquier intento de hacer una descripción de los vinos al estilo habitual. Por buena que fuera sería algo frío en relación a lo que vivimos.

“ 1. Cru.” El primer motivo es “crudo”. La palabra tiene la doble acepción de “pago” y de “crudo” pero Quim aquí se decanta por la segunda. Es un vino desnudo, con la mínima intervención, capaz de expresar toda la fuerza de la naturaleza, del fruto.  Este primer vino es un blanco que transmite frescura, desnudez, fruta, viveza. No obstante, no por ello está exento de complejidad.  Se trata de una complejidad viva y frutal.  En él predominan los cítricos, limón, pomelo, fruta fresca de hueso y algún apunte calizo. En boca es cremoso y estructurado pero muy fresco, con una acidez perfectamente integrada.  Comenzamos con frescura.

“2. Sal”. El segundo motivo es la tierra y su aporte salino al vino. Nos presenta un vino blanco en el que la fruta tiene importantes matizaciones del terroir y que, además, ha fermentado en barricas y se ha criado en tinas. Se trata de un Godello procedente de Sorte dos Santos.  Nariz mineral con toques de pedernal, notas ligeras de tostados que lo matizan a la perfección, toffes ligeros, muy ensamblado, muy mineral, le recuerda la frescura del mar y, no obstante, qué lejos de él está su origen… Para armonizar con sus notas salinas, con la brisa del mar, nos ofrece un berberecho en cuchara. El acompañamiento es perfecto, la carne del berberecho, su jugo sobre la frescura del vino nos elevan un escalón.

 

vinos quim vila encuentro verema

“3. Terciopelo”. El tercero es un vino voluptuoso, sedoso pero graso. No es seda, es terciopelo. De un extraordinario color dorado ambarino, llega en una copa más cerrada en su boca. De ella salen notas que jamás llegué a imaginar en un vino blanco: caramelo, café finísimo, pan tostado, con apuntes de flor marchita, notas vegetales, todas voluptuosas, expresivas pero sumamente armónicas. En boca es seda pura, untuoso, amplísimo, largo. Complejísimo y redondo como ninguno.  Para acompañar, un trozo de pan. Si hubiera estado tostado, quizá con un poco de mantequilla, creo que hubiera salido silbando “Blue Velvet” con la chica de mi izquierda a bailar por el porche del jardín.

“4. Magia”. La magia de traernos la sensación de la fruta roja, de las cerezas burlat maduras, aparece en esta copa. Caramelo de fruta, de cereza, de frambuesa, el estilo de los tintos que me gustan más, con alguna nota láctica y matices vegetales, algún recuerdo de toffe muy al fondo. Fresco en boca pero carnoso, vivo y muy amplio.  Estoy convencido de que si hubiera sido temporada nos hubiera ofrecido un ramillete de cerezas perfumadas recogidas en día de mercado.  Excelente transición hacia lo que nos espera, con una magnifico ritmo que nos permite disfrutar las sensaciones y comentar los vinos, mejor dicho, las emociones que producen.

“5. Calidez”. Efectivamente, hay un cambio notable de carácter con este vino. Aquí Quim nos comenta que ha habido una cierta duda con respecto al motivo elegido. Pretendía presentarnos un vino esencialmente animal. De hecho, estuvo buscando un vino con esas notas pero con los matices más finos de la caza, no de pelo, y este tinto es el que más se acercaba a lo que pretendía transmitir.  De nariz potente, con notas de brea, sangre, animales, aceituna negra, tostados, hojarasca… La calidez aparece en boca, con  un paso cálido, amplio y largo. Mucho más contundente, pero muy elegante.

“6. Ilusión”. Todos tenemos ilusiones en la vida, ilusiones que a veces no se llevan a cabo por diferentes razones. A menudo, por desidia, se desvanecen bajo el peso de lo cotidiano, de nuestra inacción, de nuestra falta de voluntad.  Al final, se convierten en la frustración de lo que pudo ser y no fue, de las ilusiones marchitas. Quim nos anima a perseguirlas y atraparlas explicándonos que, hace ya tiempo, él tuvo la ilusión de probar este vino, se empeñó y lo consiguió, en una cata en Andorra. Con esa intención nos lo ofrece, aprovechando que ha podido conseguirlo a través de un coleccionista de Brest. Ciertamente es una ilusión la de poder probarlo, pero una ilusión inesperada, una increíble sorpresa, una suerte, un privilegio… Impresionante. La gran copa Burdeos y el precioso color picota con reflejos rubí brillante me han puesto en guardia.  Trufa. Trufa negra fresca madura, recién recogida, loncheada al momento sobre el plato.  Esa es la guarnición que nos propone para acompañar este regalo. El perfume inunda la sala mientras acercamos la nariz a la copa para regalarnos con el momento. Breas finas, ahumados, minerales, sotobosque, vegetales muy finos, pimentón de la Vera, cueros…  finura, elegancia y una increíble profundidad.  En boca es impresionante, redondo, amplio, sin aristas pero bien vivo, con una persistencia impresionante: hondura. Profundo y redondo.  Faltan palabras, falta el aire, sólo hay perfume en la sala.

“7. Gold”. En el mundo de la gastronomía se han producido grandes avances. La tecnología de la industria alimentaria ha permitido experimentar con nuevas texturas, con nuevos procedimientos, con nuevas sensaciones: aires, espumas, deconstrucciones… Sin embargo, en torno al vino casi todo se mantiene estático, clásico, estandarizado, incluso anquilosado. De este modo, quizá, nos vedamos a nosotros mismos la posibilidad de experimentar nuevas sensaciones, maneras diferentes de apreciar el vino.  Vuelve a jugar con nosotros y con las sensaciones. Desde un profundo conocimiento de los vinos, nos va a proponer algo nuevo: este vino se nos va a presentar en tres servicios. En el primero se deposita una gota sobre la lengua. Una simple gota de un elixir graso, untuoso, que inmediatamente inunda la boca y que, no obstante, tiene una enorme frescura.  Un dulzor matizado por una acidez equilibrada, mientras que en retronasal llegan tostados, mantequillas, toffes, notas de fruta tropical, melón.  El segundo servicio es en cuchara. Ahora las notas son más cálidas, destaca el membrillo, las maderas finas y balsámicos mientras que el dulzor es mucho más acusado.  Mientras objeto que me gustaría disfrutar el perfume también en copa se abre la puerta y llegan las copas. Estoy tonto: ¿Todavía no me he dado cuenta de que aquí no hay puntada sin hilo? Después de  haberlo probado en gota y cuchara, los aromas en copa resultan explosivos. Los mismos aromas se acrecientan destacando más las notas de maderas finas, membrillos… quizá las notas más golosas. ¿Me quedo con la gota? A estas alturas no sabría qué decir…

“8. Medicina”. En otra tesitura se me hubieran puesto los pelos de punta si me hubieran presentado un vino bajo esa rúbrica. Ya me he percatado de que hoy sólo se puede subir y subir.  La razón de este lema hace referencia a la intervención del hombre. Ya no se trata simplemente de fermentar el jugo de la fruta sino que alcanzamos mayores niveles de intervención, de elaboración, se fortifica, se somete a largas crianzas en cascos y en botella y aquí viene el resultado. Siguiendo el juego, ha sido previamente decantado a una curiosa botella alargada que me recuerda una enorme jeringuilla, con relieves de fruta a guisa de marcas de graduación, que extrae con cuidado de una caja de madera. De un precioso color dorado ambarino, en nariz ofrece una impresionante combinación de cereza y frambuesa, pera asada, ciruela pasa, maderas finas, canela, notas salinas, con unos deliciosos matices florales. En boca es amplio, carnosos, cálido, vivo y largísimo. Creo que es el cénit.

“9. Inteligencia”. Nos ha llevado jugando por el camino de la intervención del hombre en la elaboración y llegamos al final. De un residuo, de algo que no vale nada, se puede sacar una maravilla, destilando y criando. Inteligencia. Pero primero sigamos con el juego. Para empezar se nos ofrece pulverizado sobre láminas de papel de perfumista (mouillettes)  para encontrar las sensaciones de una aireación rápida, de perfume: cueros, frutos secos, violeta, té verde, madera exótica, orujo… Mucho más finos y matizados de lo que aparecen después en la copa en la que destacan las maderas de crianza, tostados, mientras que el resto de las notas mencionadas aparecen muy matizadas, muy ligeras, cuando en el papel de perfume eran las protagonistas. Sorprendente.

 

Encuentro verema vino quim vila

 

Antes de terminar, los vinos tal y como aparecen en la lista que nos entregó Quim al final de la sesión:

Billaud-Simon- Chablis Grand Cru Les Clos 2007

Rafael Palacios- Vila Viniteca Colección 75 Aniversario 2007

Chave- Hermitage Blanc 1989

Ricardo P. Palacios- Vila Viniteca Colección 75 Aniversario 2007

Domaine du Pegau- Châteauneuf-du-Pape Cuvée Laurence 2001

Petrus- Pomerol 1971

Château d’Yquem- Sauternes 1989

Niepoort- Porto Colheita 1957

Berta- Bric del Gaian 2002

 

Por último, quisiera dejar algunas impresiones finales. La primera, la de enorme profesionalidad. Cada detalle estuvo cuidadosamente preparado y delataba un profundo conocimiento de los vinos, un enorme respeto e interés y una cuidadísima puesta en escena. No quiero pasar por alto el enorme esfuerzo que supone, no sólo la selección de los vinos que, sinceramente, impresiona, sino también el trabajo previo entre bambalinas, las sesiones de preparación en su casa, la búsqueda de los motivos, la discusión con su equipo…  Y es que el equipo es también parte del resultado, antes y después: Extraordinario el trabajo en la sala. Perfección de tiempos, de servicio, con cinco personas trabajando para nosotros en perfecta sincronía con Quim.

La segunda sensación es la de originalidad. Acabamos de recibir un baño de sensaciones, pero a veces contrapuestas y confrontadas a los esquemas a los que estamos acostumbrados, siempre diferentes, buscado nuevas formas, nuevas alternativas de presentar unos vinos, por lo demás seleccionados con criterio y presentados con brillantez: Inteligencia. Quim no sólo conoce los vinos a la perfección, no sólo es capaz de seleccionar lo mejor, es capaz de algo todavía más difícil, hacer que se viva una experiencia nueva en la que las sensaciones juegan el rol fundamental. Creo que a estas alturas no se puede negar que Quim Vila es un Personaje fundamental en el mundo del vino; sí, con mayúsculas. Gracias por concedernos la oportunidad de vivir una experiencia semejante, única. Ilusión.

Aquí puedes ver todas las fotos de la cata.

© Javier de Castro 2011.

  1. #1

    AntonioJesus.AkatA

    Javier gracias por recrearnos de nuevo aquella mañana tan grande. Un abrazo

  2. #2

    Jose Contreras

    Ese tipo de momentos que se viven entorno al vino, que son únicos, dejan un poso inolvidable en nuestra memoria. Quim Vila es un especialista en crear y gestionar esos momentos, casi mágicos. Muchas felicidades a todos los que asististeis a esa cata y, por supuesto, mi más sincera enhorabuena a Quim y a todo su equipo por hacer posible lo que muchas veces parece imposible.

  3. #3

    Juan Such

    Excelente crónica, Javier. Como le comentaba en el post del blog de Antonio Jesus, es dificil intentar describir lo vivido esa mañana. Son esas experiencias sublimes que recuerdas durante mucho tiempo. Esos mismos vinos tomados en otro contexto, sin la estructura narrativa meticulosamente planificada por Quim y todo su equipo, habríamos vivido otra experiencia.

    Como momentos cumbre, recuerdo especialmente la combinación del berberecho con el magnífico godello de Rafael Palacios, disfrutar del perfume de la trufa negra recién rayada antes de degustar el Petrus 1971, el divertido juego de degustar a ciegas de tres formas diferentes el Yquem 1989, y la grandeza del Nieeport colheita 1957 servido en esa espectacular botella alargada.

  4. #4

    Jlggg

    Magnifica crónica Javier. Yo no estuve pero después de leerte me hago una muy buena aproximación de lo que fue.

    Saludos

    José Luis Giner

  5. #5

    Álvaro Cerrada

    Felicidades Javier! excelente crónica, como siempre. Gracias por acercarnos tus experiencias. Un abrazo!

  6. #6

    Mario Cavaradossi

    Maravillosa Crónica, Javier. Gracias por transmitirnos con tanta precisión y pasión lo indescriptible e inenarrable.

    Fran

  7. #7

    SalvaVillalba

    Muchas gracias Javier, me has hecho revivir aquella mañana. Para mi fue algo inolvidable, tanto por los vinos como por la presentación y el ambiente que crearon Quim y su gente. No puedo dejar de sonreir cuando lo recuerdo...

  8. #8

    J_de_Castro

    en respuesta a AntonioJesus.AkatA
    Ver mensaje de AntonioJesus.AkatA

    Antonio Jesús,

    Gracias por tu comentario. Y gracias a ti también, me gustó el artículo que publicaste en tu Blog. Lástima que aquí no haya posibilidad (creo) de poner "artículos relacionados" porque son dos visiones complementarias del mismo acontecimiento. Aprovecho para recomendar tu artículo a los interesados:

    https://www.verema.com/blog/akata/846667-perfume-invisible-quim-vila.

    En todo caso, ha sido una suerte haber podido compartir una experiencia así.

    Un abrazo,

    Javier

  9. #9

    J_de_Castro

    en respuesta a Jose Contreras
    Ver mensaje de Jose Contreras

    José,

    Efectivamente, lo único que quitaría es el "casi". Creo que fue mágico, una verdadera suerte haber podido disfrutarlo. Te echamos de menos por la mañana, aunque compartimos la sesión de tarde ;-))

    Un abrazo,

    Javier

  10. #10

    J_de_Castro

    en respuesta a Juan Such
    Ver mensaje de Juan Such

    Gracias Juan,

    Tú sabes en primera persona lo que vivimos así que sabes que es muy, muy difícil describirlo. Seguramente es uno de esos acontecimientos en los que cada crónica va a ser muy personal, muy diferente y, por buena que sea, siempre muy incompleta.

    Lo que ya no tengo tan claro es si yo podría señalar un hito durante la cata, ni siquiera varios. Más me pareció una progresión de sensaciones. Por ejemplo, además de los que citas, me encantó el Hermitage de Chave, me parecció un "momento" de verdadero terciopelo.

    Un abrazo,

    Javier

  11. #11

    J_de_Castro

    en respuesta a Jlggg
    Ver mensaje de Jlggg

    Gracias José Luis,

    Sin querer meter el dedo en la llaga, no sabes lo que te perdiste...

    Un abrazo,

    Javier

  12. #12

    J_de_Castro

    en respuesta a Álvaro Cerrada
    Ver mensaje de Álvaro Cerrada

    Gracias Álvaro,

    Ya tengo ganas de verte. Un abrazo fuerte,

    Javier

  13. #13

    J_de_Castro

    en respuesta a Mario Cavaradossi
    Ver mensaje de Mario Cavaradossi

    Gracias Fran,

    Tienes razón, fue una experiencia tan intensa como difícil de describir sin tener la sensación de dejarse mucho por contar.

    Javier

  14. #14

    J_de_Castro

    en respuesta a SalvaVillalba
    Ver mensaje de SalvaVillalba

    Gracias a ti por los comentarios. Esta es una de esas crónicas que se escriben con placer, el placer de revivir y de recordar.... y sí, de sonreir al recordar.

  15. #15

    BacoVive

    Aún sigo impresionado por aquella maravillosa cata que tan perfectamente ha descrito Javier.
    Yo tenía enfrente, entre otros, a Antonio Jesús y a Juan Such y os aseguro que sus rostros reflejaban la importancia del momento que estabamos viviendo; estoy seguro que el mío era igual.
    Gracias Javier por esta narración, gracias Quin Vila por hacernos vivir un momento inolvidable y gracias Verema por hacer posible tanto disfrute.

  16. #16

    J_de_Castro

    en respuesta a BacoVive
    Ver mensaje de BacoVive

    Carlos,

    Gracias por tus comentarios. Hicimos doblete juntos: Tuve la suerte de compartir contigo la sesión de Quim y, por la tarde, la de Roederer. Un placer conocerte.

    Saludos cordiales,

    Javier

  17. #17

    BacoVive

    en respuesta a J_de_Castro
    Ver mensaje de J_de_Castro

    Hola Javier.
    Sí, efectivamente, tuve el placer de compartir esas dos magníficas catas contigo y, además, de darme cuenta de como te gusta y dominas el tema de los champagnes; de hecho, gracias a ti volví a repetir ese maravilloso Cristal Millesime 1999.
    Un abrazo fuerte.

  18. #18

    elozanog

    Que gran comentario Javier, gracias por llevarnos otra vez a ese momento maravilloso que vivimos y que siempre recordaremos.
    Un saludo


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