Encuentro de Foreros: La Rioja (I)

8º Encuentro de Foreros: La Rioja (I)

El Barrio de la Estación en Haro es posiblemente uno de esos enclaves vitivinícolas al que los amantes del vino visitamos con reverencia.

El relato de este 8º Encuentro de Foreros comienza allí, el Viernes 16 de Octubre a las 19 horas. Con la rotunda referencia de la Torre Muga encontrar Bodegas Muga resulta sencillo. La entrada principal da a una coqueta tienda donde cuando llegamos ya se agolpan los amigos veremeros recogiendo sus acreditaciones y el "uniforme de trabajo", una camiseta de Verema.com. Como somos muchos se hacen dos grupos y acompañados unos por Jorge Muga y otros por David de la Fuente, nos adentramos en los entresijos de esta bonita bodega.

Pasamos por las salas con grandes tinas de roble donde se vinifica, por el artefacto donde manualmente se separan claras y yemas de huevo para la clarificación, por la sala de barricas y como no, por ese magnífico ejemplo de arqueología industrial que es su taller de barricas.

Durante la visita en cada una de las salas se nos va desgranando el proceso de elaboración del vino, sus peculiaridades... Se trata de una bodega bicentenaria en la que encontramos unas 200 tinas de roble y alrededor 14.000 barricas construidas con diferentes robles de muy distintas procedencias (francés, americano, húngaro, ruso, incluso algo de roble español).

Sus viñedos, en el corazón de la Rioja Alta, tienen suelos mayoritariamente arcillo-calcáreos, y dependiendo de su orientación y ubicación, se ven afectados por una combinación de microclimas Atlánticos y Mediterraneos, sin olvidar alguna influencia Continental. Tienen en propiedad unas 200 hectáreas de viñedos propios pero controlan unas 150 hectáreas y trabajan con variedades como la Tempranillo (su variedad mayoritaria) pero también con la Garnacha, la Mazuelo y la Graciano, y en blancas con la Viura y la Malvasia.

Concluida la visita nos dirigimos a la sala de catas donde probamos primero el Muga blanco fermentado en barrica 2008, fruto del ensamblaje de un 90% de Viura 90% y un 10% de Malvasía, fermentó en barricas nuevas de roble francés y estuvo tres meses en contacto con sus lías. Fruto de esta elaboración nos encontramos con un vino serio, en el que aparece algo de manzana y recuerdos cítricos, junto con sensaciones de mantequilla y vainilla. En boca resulta untuosos, con acidez correcta y buena estructura.

Tras ello probamos el Muga Selección Especial 2004, un vino con cierto aire clásico, que ofrece ciertas notas de cueros, algo de fruta roja y cacao y un paso por boca que muestra unos taninos opulentas y buena estructura.

El siguiente vino de la cata fue el Prado Enea Gran Reserva 2001, con un 80% de tempranillo y un 20% garnacha, mazuelo y graciano, además de su vinificación en tinas de roble, el perfil es algo más moderno, aparecen notas de tinta china e incuso algún toque de grafito, pero también recuerdos florales y algo de fruta negra. En boca auna potencia y elegancia, con una trama compacta, muy bien trenzada y unos taninos sabrosos y dulces. 

Torre Muga 2005 fue el siguiente paso, una clara apuesta por la modernidad, fruto del ensamblaje de Tempranillo y un toque de Mazuelo y Graciano y que pasa 18 meses en barricas nuevas de roble francés. Ya visualmente muestra un aspecto más contundente, con un bello picota de buena capa, en nariz la fruta aparece más concentrada, extraída y madura y las sensaciones tostadas y de vainilla son nítidas.

Pero sin duda es el Aro 2005, el vino con más clara definición moderna, un vino rotundo y consistente, de los llamados "de pasarela", elaborado sólo con Tempranillo y Graciano pasa 18 meses en barricas de roble francés y posee un perfil olfativo caracterizado por su intensidad y volumen, hay fruta madura, presenta cierta mineralidad, algunos tostados, recuerdos especiados y cierto carácter láctico. En boca es colosal, intenso y potente, con unos taninos rotundos, resulta carnoso, amplio y sabroso, su estructura es consistente y es muy largo.

Con tal derroche de medios, que incluyó buena parte de las reservas del escaso Aro, y estando ya el personal con el apetito en condiciones pasamos al comedor, donde llego la hora de departir con los foreros mientras nuestros anfitriones de Muga nos ofrecían una amplia y abundante selección de viandas... Abusamos de la amabilidad de Jorge y David hasta pasadas las 12 de la noche... y aún hubo tiempo de probar un producto más... un curiosos cava que elaboran en la bodega. Tras ellos tiempo para el recogimiento, al menos para algunos de los foreros, y para disfrutar de la noche de Haro, para otros... pero eso... eso es otra historia.

Quisiera concluir dando las gracias a Bodegas Muga por su cálidez y proximidad así como por su magnífica atención, con Jorge y David pendientes de todos nosotros y también enviarle un abrazo a Chus Madrazo, que nos acompañó durante esta magnífica velada. Ah, y como no, el mayor agradecimiento hacia los foreros que de toda España se aproximaron hasta La Rioja para compartir con un grupo de amigos su amor por el vino.

Hasta siempre.