Cata de vinos blancos de Verema.com
Pese a que la superficie de viñedo en España está dominada por las variedades blancas, no es menos cierto que, con escasas excepciones, el prestigio de los vinos blancos nacionales está muy por debajo del de los tintos.
No olvidemos, además, que Castilla-La Mancha acoge la superficie que constituye el mayor viñedo del mundo, con más de 533.460 hectáreas, el 8% de la superficie mundial de viñedos para vino, el 12% de la europea y el 45 % de la española y allí la airén es la principal variedad.
La cata ofreció una variada combinación de variedades locales y foráneas, de monovarietales y multivarietales. Por lo que hace referencia a las variedades autóctonas catamos un monovarietal de verdejo, otro de malvasía, otro de pansà blanca (es decir, xarel·lo), un monovarietal de viura (macabeo), otro de prensal blanc (moll), otro de listan blanco y finalmente otro de albariño, con lo cual el panorama de autóctonas “en estado puro” resultaba bastante prometedor.
Asimismo catamos también algún ensamblaje de variedades autóctonas, en concreto una peculiar combinación valenciana de albariño y godello y un ensamblaje de viura con un toque de malvasía riojana.
Por lo que hace referencia a las variedades foráneas catamos 2 monovarietales de la omnipresente chardonnay –eso sí, con estilos muy diferentes- y una serie de ensamblajes mixtos, entre variedades autóctonas y foráneas, en concreto una combinación de prensal blanc con un toque de chardonnay, así como una combinación de pansà blanca de nuevo con un toque de chardonnay, un personalísimo ensamblaje de macabeo de vendimia tardía, gewürztraminer y chardonnay.
Vayamos ya con el resumen del resultado de la cata. El nivel de la cata fue bueno aunque ninguno de los vinos superó la barrera de los 8 puntos. El ganador, sin complejos, fue un monovarietal de variedad autóctona, el Finca La Emperatriz fermentado en barrica, un interesante airén ‘aderezado’ con las notas de su paso por barrica aunque sin enmascarar la excelente calidad de su fruta.
Mientras que el segundo clasificado fue de nuevo un monovarietal de variedad autóctona, el Evento fb, un listan blanco, que pese a resultar algo densote destacó por su personalidad y definición. ¡Ya me gustaría ver este vino sin el maquillaje de la madera!
El pódium lo cerró el Soma Sioneta Oliver 2007, curiosamente ¡otro monovarietal de variedad autóctona!, en este caso una prensal blanc, que con su cautivadora sencillez convenció a los catadores.
Así pues, y en acata a ciegas, está claro que la personalidad –y me gustaría penar que también la búsqueda de la tipicidad- convenció a los catadores por encima de la casi omnipresente chardonnay y por encima de los ensamblajes. Pero tampoco perdamos el norte, el cuarto clasificado, a dos décimas del tercero, fue el Mesache de Pirineos, una arriesgada apuesta en la que se combina un macabeo de vendimia tardía con el exotismo de la gewürztraminer y el seductor carácter de la chardonnay.
Y sin entretenerme más me despido hasta la próxima cata…..
