Verema.com: Cata de vinos dulces de Pedro Ximénez

Siendo los vinos del Sur objeto de especial interés por parte del equipo de Verema y habiendo entre nosotros algún que otro adicto a los vinos dulces, nada más propicio que tener unas muestras de magníficos vinos dulces elaborados con Pedro Ximénez para llevar a cabo una cata que fue, desde mi punto de vista, más lúdica que otra cosa.

Obviamente los vinos dulces catados responden a segmentos de mercado (y en consecuencia a precios) bastante dispares. Por ello no quisiéramos que se viera con los resultados una evaluación de la situación del mercado de estos vinos sino más bien un repaso algo ad hoc de algunos Pedro Ximénez en el mercado.

En este sentido destacar también la disparidad entre los procesos de elaboración de los diferentes vinos, algunos envejecidos mediante el sistema de criaderas y soleras, otros en madera nueva, algunos de añada otros de solera, algunos de Jerez y otros de Montilla-Moriles.

Por cierto que la D.O. Montilla-Moriles define a los vinos dulces de Pedro Ximénez como:

“Vino natural, dulce, de color rubí oscuro, que se obtiene soleando, casi hasta la pasificación, la uva del mismo nombre. Normalmente se somete a crianza, aumentando lentamente su color en las botas, color que pasa de ambarino a tonalidades casi azabache. Su contenido mínimo en azúcares es superior a los 272 gramos por litro. Auténtica miel de uva, es un vino denso, cargado de agradables aromas varietales, con matices que recuerdan el café, el higo pasificado, el chocolate, el cacao, el dátil y, por supuesto, el olor característico de la uva pasificada que le da nombre.”

Pues bien, este fue el resultado de la cata en la que –quisiera de nuevo insistir- algunos toritos compartieron plaza con tremendos morlacos. Así, el ganador de la cata de forma indiscutible fue el seductor Don PX Reserva Especial 1977 Eléctrico (Etiqueta Doble). El segundo clasificado también era un respetable anciano, un Gran Orden PX (Sacristía Garvey), que parte de una solera de 1860. Finalmente el tercer clasificado, con una excelente presencia, fue el Alvear solera. De modo que, tal y como vemos, los vinos que no eran de ‘añada’ coparon los primeros puntos de la clasificación.

Curiosamente el Leyenda de M. Gil Luque, que era el cuarto de los vinos ‘no de añada’ no fue tan valorado por los catadores y recibió puntuaciones mucho más moderadas.

Hasta pronto.