La cata más tánica de Verema.com
Si algo caracterizó a la cata nº 41 de Verema.com fue la impactante tanicidad que mostró la gran mayoría de los vinos catados. No se debe malinterpretar esta afirmación inicial… seguramente esta ha sido la cata donde más altas puntuaciones hemos otorgado, pero todo los que era armazón y calidad en los vinos se vio enturbiado por una “dureza” en los vinos que acabó haciendo mella en los catadores.
Catorce fueron los vinos catados de los que dos fueron descalificados al observarse algún problema en la botella. Tres de los vinos catados provenían de la Ribera del Duero, dos de Rioja, dos de la zona del Bierzo, otro de Navarra, otro del Priorat, uno de Madrid y, por último, un vino uruguayo.
El destacadísimo ganador de la cata fue un excepcional VT de Valtravieso, un producto de nuevo diseño de bodegas Valtravieso que se destacó, sin lugar a dudas, por ser uno de los vinos más “amables” de la cata. Excelente diseño del producto en el que potencia y elegancia están en equilibrio.
En segundo lugar, a medio punto de distancia, se situó un Bierzo, el Pittacum una vez más la mencia mostró su carácter y su capacidad de expresarse de forma diferenciada cuando es correctamente vinificada. Seguramente también ayuda el hecho de tener una corta crianza que ayuda a potenciar su frutosidad.
El tercero vino en el ranking fue el Sed de Caná, el vino estrella de Bodegas y Viñedos del Jaro, un tempranillo de “alta expresión” que mostró en la cata sus indiscutibles cualidades… Sin duda este será un vino magnífico en pocos años, cuando el reposo en la botella permita pulir las presentes asperezas.
Siguiendo con las puntuaciones record, los tres siguientes vinos en el ranking superaron también los 8 puntos, situación que no se había dado previamente en una cata de Verema.com. Por este orden: Montazo, un Vino de Madrid elaborado por Telmo Rodríguez, con magnífica consistencia pero también falto de botella; García Burgos Finca La Cantera, un seductor cabernet procedente de viñas viejas, que también entró en el club de los “jóvenes fogosos” y al que le auguro un enorme provenir y, finalmente, el Tierras de Luna, un vino de la zona del Bierzo, de Cacabelos pero elaborado fuera de la D.O. por Luna Beveride.
Tres vinos más superaron la barrera del siete, vinos –todos ellos- consistentes y bien elaborados que tal vez fueron eclipsados por la intensidad de los que acabamos de citar.
Sería interesante ver como todos ellos se desenvuelven en un ambiente menos hostil ya que la calidad y contundencia tánica de buena parte de los vinos catados tal vez pudo eclipsar manufacturas igual de bien hechas pero menos contundentes.
¡Tánicos saludos!
