A la vista presenta un precioso y sugerente verde lima con destellos doraditos.

En nariz es de buena intensidad y cierta complejidad. Aromas a tomate en rama, a almendras verdes, a banana madura, a hierbabuena, a heno.

En boca es franco, honesto, suave. Muy equilibrado. Las almendras dominan esta fase, con alguna traza también de alcachofa. Pero todo muy suave, muy ligero, sin perder ese maravilloso sabor del buen AOVE.

Intensidad media, picor bajo, amargor medio-bajo.

Su fino sabor me transporta al pasado, a mi niñez. Mi abuelo tenía una granja y una fábrica de aceites en el Maestrazgo turolense, pasábamos allí parte de las vacaciones, y apostaría a que la variedad y la elaboración son muy similares. Es que cada trocito de pan impregnado que tomo, cierro los ojos y me veo en Calaceite, cerca ya de Caseras.

Ideal para el consumo diario, un buen compañero de viaje que también puede viajar sólo.

En mi casa nunca va a faltar, y más con ese precio (garrafa de 5 litros, 25 euros)